La filosofía interminable de Ende: el grito que destroza la barrera ontológica

“Trato con la oscuridad por una luz de esperanza” por Tomás “Yami” Hernández

Roberto Carlos Garnica Castro


Silfos nocturnos, fuegos fatuos y comerrocas, una tortuga gigante, un monstruo proteico y un dragón de la suerte, oráculos y esfinges, hombres lobo, brujas y vampiros, tres niños (una emperatriz, un héroe y un lector apasionado), y muchas otras criaturas fantásticas, hacen de La historia interminable un impulso para soñar y viajar.

Es también un texto que estimula el pensamiento. ¿Me acompañas a desentrañar sus tesoros filosóficos?

El grito que destroza la barrera ontológica

En Ygrámul el Múltiple (cuarto capítulo de La historia interminable) Atreyu, dejando atrás el Pantano de la Tristeza, se interna en las Montañas Muertas, “un desierto de piedra en el que no había un ser vivo… ni siquiera los buitres que suelen seguir a los caminantes perdidos” (Ende, 2022, p. 77). Sabe que si sigue avanzando se encontrará en el Abismo Profundo con Ygrámul el Múltiple, terrible criatura que adopta innumerables formas y posee un veneno que, aunque mata en una hora, “da también a quien lo recibe la facultad de trasladarse al lugar de Fantasia que desee” (Ende, 2022, p. 86). En un intento desesperado por llegar al Oráculo del sur, Atreyu se deja envenenar.

Además de la historia, que es fascinante, el Capítulo IV aborda varios tópicos filosóficos: la desesperanza y la pérdida del impulso para continuar, el compromiso con los demás, la relación entre lo real y lo imaginario, la exigencia de que el que gobierna respete la esencia de los seres, etc. En esta quinta entrega de La filosofía interminable de Ende, nos sumergimos en dicho apartado para reflexionar en torno a la conexión subyacente entre el libro y la realidad exterior.

El trueno que provoca esta filosófica reacción en cadena es un grito que proviene de otro mundo. Esta es la escena:

Atreyu camina al borde de un gran abismo y se encuentra con una gigantesca telaraña que cuelga de un extremo a otro. Atrapado en sus hilos hay un majestuoso dragón blanco y, mortificándolo, una extraña criatura compuesta de innumerables bichos azules que cambia continuamente de forma: “tan pronto parecía una araña gigante de grandes patas, muchos ojos ardientes… como se convertía en una gran mano de largas garras… y al momento siguiente se transformaba en un gigantesco escorpión negro” (Ende, 2022, p. 82).

Ygrámul, la bestia proteica que ataca al dragón de la suerte, siente la presencia de Atreyu y “da la vuelta con la rapidez de un relámpago, y su aspecto era horrible: ahora era sólo un rostro gigantesco de color azul acerado, con un único ojo” (Ende, 2022, p. 83).

En ese momento Ende cambia la tinta verde por la púrpura y apunta: “Bastián lanzó una pequeña exclamación de horror” (Ibidem.). Y, retomando el verde en el siguiente renglón, relata cómo “un grito de horror resonó en la garganta ­­­­­[de la montaña], rebotando de un lado a otro como un eco” (Ibidem.). Todos se sorprendieron porque no había alma humana que pudiera emitir sonido alguno en cientos de kilómetros a la redonda.

Un paréntesis: recordemos que La historia interminable está escrita en dos tintas: “en púrpura se narra lo que ocurre en el mundo real de Bastián y en verde lo que sucede en el mundo imaginario de Fantasia” (Garnica, 2024a). Y aunque ambos mundos conviven en “el no-lugar del lenguaje” (Foucault, 1968, p. 2), de acuerdo con la lógica interna del libro se trata de dos dimensiones insalvables.

Así pues, con un grito que nace en el “mundo real”, pero que se escucha en el “mundo imaginado”, Ende destroza una barrera ontológica.

Con la breve exclamación de horror de Bastián, La historia interminable se convierte en libro-rizoma que distribuye “en una sola página, en una misma playa: acontecimientos vividos, determinaciones históricas, conceptos pensados, individuos…” (Deleuze y Guattari 2002, p. 15), “no es una imagen o representación del mundo, sino que hace rizoma con él” (Garnica, 2020, p. 141). Como sugerimos en La infinitud exponencial del libro rizoma: el relato sin fin de Ende, al “estar escrito en dos tintas que jerarquizan ontológicamente lo narrado, sigue los principios de conexión y heterogeneidad y saluda al mundo exterior” (Garnica, 2024b).

Finalmente, iluminado por un relámpago de metaconciencia, Bastián, quien hasta el momento se considera un lector pasivo al margen de la historia, se cuestiona si los personajes del libro pudieron escuchar su grito, pero el sentido común le advierte: “No es posible” (Ende, 2022, p. 84).

Y tú, ¿de qué manera te conectas con el relato y con esta reflexión?, ¿qué ocurriría si agregas un comentario al final de este escrito?, ¿podría escucharte?

En esta entrega no abordamos todas las cuestiones filosóficas que se tocan en el Capítulo IV de La historia interminable. Ya habrá ocasión para hablar de ellas. Pero queda claro que tratamos con un libro fantástico y peligroso que amenaza, mi querido lector, con convertirte en un personaje más del libro… “pero ésa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión” (Ende, 2022, p. 37).

Créditos de la imagen:
«Trato con la oscuridad por una luz de esperanza» ilustración de: Tomás «Yami» Hernández.

Referencias.

Deleuze, Guilles y Guattari, Félix (2002). Mil mesetas. Pre-Textos.

Ende, Michael (2022). La historia interminable. Alfaguara.

Foucault, Michel (1968). Las palabras y las cosas. Siglo XXI.

Garnica, Roberto (2020). Elementos para una escritura y una antropología rizomáticas. Cuicuilco Revista De Ciencias Antropológicas, 26(76), 129–151. Recuperado de https://revistas.inah.gob.mx/index.php/cuicuilco/article/view/15464

Garnica, Roberto (2024a). La aventura de la recursividad, en La filosofía interminable de Ende. Colectivo Delfos. Recuperado de https://colectivodelfos.com/2024/10/06/la-filosofia-interminable-de-ende-la-aventura-de-la-recursividad/

Garnica, Roberto (2024b). La infinitud exponencial del libro rizoma, en La filosofía interminable de Ende. Colectivo Delfos. Recuperado de https://colectivodelfos.com/2024/11/17/la-filosofia-interminable-de-ende-la-infinitud-exponencial-del-libro-rizoma/

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