Entrevista a Raquel Castro


Entrevista realizada el día 26 de julio 2024 en Ciudad de México.

Entrevistador: Miguel Almanza


Colectivo Delfos: ¿Cuál es tu opinión de la fantasía y ciencia ficción mexicana actual? Por ejemplo, en literatura, cine, artes plásticas. ¿Cuáles son nuestros fuertes y dónde crees que a lo mejor nos falta desarrollarnos más?

Raquel Castro: Primero muchas gracias por venir hasta acá para la entrevista, estoy muy contenta de estar con ustedes y yo siento que hay una falsa creencia de que en México no hay Literatura Fantástica y de Ciencia Ficción. Y me parece interesante cómo lo preguntas: en diferentes artes, no solo en literatura.

Yo creo que sí hay y está en muy buen estado, muy sana, porque se alimenta de nuestras creencias tradicionales, leyendas como «La llorona», las historias de fantasmas que se aparecen en los baños de las escuelas, en edificios públicos y se fortalecen con la literatura que hay y las artes que hay de otros tiempos, así que por una parte se alimenta de estas creencias, las leyendas coloniales, lo que hemos leído en otras épocas como Francisco Tario, Amparo Dávila. Y todo junto va dando como resultado una imaginación muy poderosa y muy difícil de encasillar. Yo creo que eso es algo muy importante.

A diferencia de los países que llamamos «Del norte global», que antes era primer mundo, México es más víctima que usuario de la tecnología, entonces la relación que generamos con la ficción con este tipo de elementos me parece más incisiva, más contestataria, más rebelde, que la que se hace en otros países, donde creen que la tecnología está a su servicio y nosotros decimos ¡No! Tenemos que estar a las vivas porque en cualquier momento todo falla»

Colectivo Delfos: ¿Entonces tú crees que ya existe una escena de fantasía y ciencia ficción en nuestro país?

Raquel Castro: Sí. Lo que pasa es que, se me hace chistoso, en los años 90, yo creo, hubo una escena muy fortalecida, teníamos encuentros de ciencia ficción, había convenciones de fantasía. Pero ahora mucho de lo que antes eran encuentros físicos se han ido a lo digital, entonces, parecería que no hay una escena porque: ¿entonces dónde se reúnen?

Los Punks se reúnen en el Chopo, los Darks; pero los «cienciaficcioneros» o los «fantasistas”, ¿dónde? y de pronto descubres que hay sitios web o en las propias redes sociales donde hay foros y allí nos estamos retroalimentando y son otro tipo de escenas. Pero que sí están y entramos cada cierto tiempo con revistas, fanzines, sitios web, autores y autoras, artistas gráficos, que están explorando otras formas de obra no mimética, que no es realista, pero que allí está.

Colectivo Delfos: ¿Cuáles serían, por ejemplo, en general, tus autores favoritos de fantasía y ciencia Ficción a nivel general y a nivel nacional?

Raquel Castro: De los primeros autores y autoras que yo conocí y que me marcaron muy profundo y que para mí eran igual de importantes. Como no estudié letras no aprendí a jerarquizar «este es un autor de primera línea, este es un autor de segunda», o alguna cosa así. En cuanto a Fantasía, que a mí me gusta más como una definición más amplia, no solo la alta fantasía, como tipo Tolkien (que adoro a Tolkien), si no también todo lo weird, donde se va introduciendo el elemento sobrenatural o fantástico y que cuando te das cuenta ya estás en un territorio irreal e inesperado, como Lovecraft, que además, ¿qué es? Ciencia ficción, fantasía, horror cósmico. De los primeros que leí fue Tolkien, y dije «Wow, yo quiero vivir en este mundo». Y de hecho de lo primero que escribí fueron FanFics del Señor de los Anillos para meterme a vivir en ese universo. Pero a la par yo leía a Michael Ende y me parecía también una cosa fabulosa.

Por ejemplo «La historia interminable», «Momo» eran historias que me fascinaban y al mismo tiempo soy muy fan del horror sobrenatural y uno de mis autores favoritos es el escritor belga Jean Ray,que tenía unas cosas, que además lo leí por accidente, porque la editorial Aguilar publicó un libro de él de relatos sobrenaturales en su colección de libros de detectives, me leí a Sherlock Holmes, me leí a Ellery Queen y de repente saco a Jean Ray, que traía cuentos de vampiros y de calles que solo una persona puede ver, una casa que se come a la gente y que para comunicarse con su dueño le proyecta pedazos de canciones. ¡Está rarísimo! Entonces en general esos autores son muy queridos para mí.

Y Borges, por ejemplo. Me acuerdo que el primer cuento que leí de Borges fue «El inmortal» y estaba en una antología donde venía un cuento de (Roger) Zelazny que se llama «Divina Locura», venían los dos, Borges, Asimov, Delazny, todos juntos.

Y de lo que se hace en México, ¡híjole! Hay autores y autoras que me parecen formidables, entre los más jóvenes, Ileana Vargas, Enrique Urbina, que yo los veo muy jovencitos, ya son adultos. Bef, por ejemplo, que a mí me gustan mucho sus cuentos y se ha ido más por el lado de las novelas y al novela negra, la ciencia ficción. Pero tiene un cuento en particular de una maestra que es un alien, que es buenísimo. Me gusta mucho Verónica Murguía, que tiene esta alta fantasía y una investigación histórica muy acuciosa de cómo era realmente la edad media. Y que te puedo decir, Alberto Chimal, pero que conste que lo leí antes de que fuéramos pareja, lo leí y dije “guau, este tipo está muy loco”

Colectivo Delfos: ¿Cuál fue el primer libro que leíste de él?

Raquel Castro: Leí “Gente del mundo”, y había en particular, porque ese libro tiene una cosa que a mí me encanta. Se supone que hay unas ilustraciones que se perdieron y están nada más descritas. Y hay una falsa ilustración donde está una cabeza flotante asomada a una recámara. No bueno, a mí me quito el sueño. Y a la hora de dormir yo volteaba a la ventana, que miedo. Otro autor que creo está loquísimo y que hace cosas muy difíciles de clasificar es Edgar Omar Avilés. Y leo a autores todavía más jóvenes como Lourdes Laguarda, Atenea Cruz y creo que hay muchísimos más. Creo que hay tantos y tantísimos autores en México que creo que es cosa de que te los recomienden y empezar a leerlos nada más. Entonces no nos falta.

Colectivo Delfos: Hay una polémica sobre si se necesita para dar talleres o clases de creación literaria, una carrera formal, ¿qué opinas?

Yo creo que cuando se dio esa polémica. Estamos en una época muy polarizada la gente se mete a redes con la espada desenvainada, lista para interpretar del peor modo las cosas que dicen los demás y pelearse “a morir”. Esa polémica empezó hace poco porque una académica, Alejandra Amato, hizo un comentario a respecto. Y creo que ella se refería precisamente a la cuestión académica, la onda de hablar de literatura comparada y pues estudios literarios que cómo alguien daba clases de eso, sin haber estudiado eso. Pero creo que ella no se refería tanto a la creación, y creo que en sí, la creación es otro rollo. Estudiar letras no te enseña a crear, y aunque estudiarás la carrera en escritura creativa, no garantiza que puedas escribir. Y que puedas escribir, no garantiza que puedas compartir a otros lo que tú has aprendido. Entonces creo que no me aventaría a dar un curso de etología felina, a pesar de que he leído mucho de eso, pero diría, mejor ve con un veterinario. Pero sí, aunque no estudié formalmente creación literaria, sí puedo darte un taller de creación. Ahora estoy dando un taller de creación de personajes, creo que tengo las credenciales, aunque no tenga los estudios. Y supongo que habrá gente que diga “no pues yo prefiero alguien que tenga doctorado en creación” pues que vaya y busque alguien que tenga doctorado y que le de el taller. Creo que podemos coexistir sin pelearnos.

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Entrevista a Armando Saldaña


Armando Saldaña Salinas es escritor, guionista, traductor, empezó a publicar profesionalmente en el año 2000. Ganador del Premio de Primera Novela “Sergio Galindo” 2017 por LEYENDAS DEL CAFÉ HABANA. Mención honorífica Premio Bellas Artes de Cuento San Luis Potosí 2018 por LA CANCIÓN DE DURANDAL. Tiene casi diez libros publicados, entre novelas y colecciones de cuentos, en papel y formato digital, todos disponibles a través de Amazon. Escribe reseñas de cine, televisión y comics en publicaciones varias, entre ellas la revista SuperSonic de España, las revistas Horizontum y Comikaze en México, así como en los portales de Lee+, Bunker, Metrópoli Ficción, Opción (la revista cultural del ITAM), y la Revista Digital de la UNAM.

Entrevista realizada el día 29 de noviembre 2023 en Desposeidxs, la guarida cyberpunk.

Colectivo Delfos: Quisiéramos que nos platicarás respecto al panorama de fantasía-ciencia ficción que existe en México, por ejemplo, la producción contemporánea, ¿cómo la ves? ¿Qué opinas?

Armando Saldaña: Pues mira, yo la verdad estoy de acuerdo de que no estamos donde deberíamos de estar. Pero cuando escucho gente quejándose de la escena editorial en México de géneros de fantasía, ciencia ficción, de terror, inclusive; la verdad estamos mucho, mucho mejor de cuando yo empecé. Claro, como tú sabes, soy ancianito yo empecé hace mucho. En mis tiempos para empezar no había mercado, para serte honesto; si te iba bien, pues algún conocido publicaba un fanzine, y ahí tú podías meter de alguna manera un texto tuyo. Pero en cierta forma como que la recompensa, pues era esa, que te iban a publicar. Obviamente no había dinero, nadie te pagaba; y la verdad como era fanzine de amigos por amigos para amigos, pues la distribución era muy limitada. Muy poca gente te leía, entonces la verdad era un mercado completamente distinto. fanzine de amigos por amigos para amigos, pues la distribución era muy limitada.

Te estoy hablando de fines de los noventa, todavía pre-internet. En esa época “prehistórica” era muy difícil darte a conocer, no tanto tú, pero tu obra, tus escritos. Mientras que ahora con internet, es ya otro mundo. Puedes mandar tus textos a editorial para que te hagan dictamen, los puedes mandar a un concurso para intentar ganar algo de dinero, algo de plata. Y a lo que voy es que gracias al internet, ahora lo puedes hacer gratis. Puedes mandar el texto digital, en otras palabras.

En mi época si era un concurso de novela, pues tenías que imprimir tu mamotreto de trescientas páginas por triplicado, obviamente pagarlo tú, engargolarlo, mandar esos tres mamotretos en un sobre y si era un concurso extranjero —porque yo participé un par de veces en un concurso de España—, pues imagínate lo que me costaba mandar casi un kilo de texto y papel a través del Atlántico.

Recuerdo una vez participé en un concurso de novela en España y fueron casi mil pesos, ¡del puro envío! Cuando yo sabía que lo más seguro es que no iba a ganar, entonces si era muy oneroso, la verdad, pues obviamente quién tiene para andar gastando mil pesos; además, no participas en un solo concurso, intentas participar en varios. Mientras que hoy en día, ya tienes la opción de que leen tu texto en digital, están dispuestos, ya sea en PDF o en Word o lo que tu quieras. Pero es gratis. En otras palabras, aún si te dice que no, bueno, a lo mejor perdiste tu tiempo, tu ilusión; pero no te costó un centavo. Puedes volver a intentar e intentar hasta que pegue con suerte y no te está costando nada. Mientras que antes sí era una inversión demasiado costosa.

Ahora es, no sé, por eso mismo a lo que iba, una de las cosas que se ha mejorado la escena aquí en México, es que por el mismo internet ahora más personas participan. Ya no es un monopolio anglosajón, ya hay inclusive mujeres escribiendo y publicando; que ahora podrá parecer poca cosa, pero en mi época era… ¡¿Mujeres? Existía este estigma social de que la gente que leía ciencia ficción y fantasía, pues eramos puros hombres. Existía esta fantasía de que esto es para desadaptados, no es para mujeres; cuando por el contrario, la mayor cantidad de lectores que había era entre el público femenino. Pero no tenían esta apertura, si intentabas publicar un texto y tu nombre era de mujer, pues ya desde ahí, como que era una traba. Entonces esto como que se ha abierto poco a poco, estoy de acuerdo en que no estamos donde deberíamos estar. Pero la verdad, yo veo el mercado editorial en latinoamerica, para no solo incluir a México mucho, mucho más saludable a como estaba en mis épocas.

Colectivo Delfos: En esta evolución que comentas, está esa apertura femenina; desde los noventas para acá, los últimos treinta años, en cuanto a temáticas, ¿crees que ha variado? ¿Seguimos en las mismas?

Armando Saldaña: Por supuesto, vaya, el chiste de que haya mujeres escritores es precisamente, no por cuestión de ideología, sino que tienen otras preocupaciones distintas a las de un hombre. A lo mejor una mujer se va a preocupar por cosas que a mí, no es que no me preocupe, pero no es lo primero que yo quisiera publicar en un texto. Entonces si tu lees un cuento de Gaby Damián, por ejemplo, pues va a tener otras preocupaciones que yo no reflejaría en mi obra, que un escritor masculino no reflejaría. Claro, lo estoy poniendo de una manera muy simple, muy blanco y negro, pero sí me parece que ahora la temática se ha expandido. A que ahora tenemos este influjo de mujeres escritoras escribiendo textos de ciencia ficción y fantasía.

Colectivo Delfos: En tu presentación el sábado pasado, comentabas respecto a la ciencia ficción dura y blanda, ¿cómo definirías una de otra?

Armando Saldaña: Bueno, para mí la definición está muy fácil: ciencia ficción dura es más importante el aspecto ciencia que la de ficción; es decir, ciencia (ficción) dura, la trama depende, su resolución depende de algún aspecto de la tecnología. Es decir, si tienes que ser, existe este cliché, de que son textos escritos por ingenieros para ingenieros, que de nuevo es muy simplista, pero hasta cierto punto creo que lo expresa muy gráficamente. Por que sí, no cualquiera puede escribir ciencia ficción dura —a riesgo de sonar pedante— creo que sí necesitas tener cierta preparación, e inclusive, lo ideal es que no, pero me parece que, necesitas tener cierta preparación para entender y apreciar lo que te está intentando dar el autor.

Por eso mismo, inclusive en Estados Unidos, no es un problema solo de México o Latinoamerica; por ejemplo la revista Analog, que se dedica exclusivamente a ciencia ficción dura porque ahí sí, es más para académicos; mientras que los que pretenden una ciencia ficción más literaria, compran Asimov, Fantasy Science Ficcion; ya saben a lo que va, a ellos les interesa más el desarrollo de personaje, les interesa más la trama, inclusive, la prosa que tenga un nivel literario mínimo. Mientras que en ciencia ficción dura, de nuevo no es general pero la mayoría, el escritor de ciencia ficción dura no se preocupa tanto por esos aspectos. Yo conozco, por ejemplo a varios amigos aquí en México que para ellos el atractivo de la ciencia ficción es como una especie de promover las ciencias. Gente que da clases en la UNAM, por ejemplo, son muy fanáticos de Paul Anderson, inclusive del buen doctor Asimov que en su época por supuesto, hoy ya no se consideraría quizá ciencia ficción dura, hay que entender que fue hace ochenta, setenta años. El chiste y hasta cierto punto de la ciencia ficción dura hoy, es que estás leyendo de vanguardia. Es un algún lector que se leyó su Scientific American, ya ni siquiera es revista —me estoy balconeando lo viejo que soy— lo habrán leído en línea, habrán visto algún concepto científico que da sentido de la maravilla, como cuando leyeron de la nanotecnología en los años ochenta o las Esferas de Dyson en los años setentas, ¡ah, que interesante! Y de alguna manera, construir un texto una obra alrededor de ese concepto como lo hizo Niben con mundo anillo. Y es lo que sin ser yo así, no soy científico, no es mi formación, yo soy economista.


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Entrevista a Lorena Amkie


Lorena Amkie nació en México en 1981. Es licenciada en Comunicación y maestra en Estudios Avanzados en Literatura Española e Hispanoamericana por la Universitad de Barcelona. Trabajó como editora en revistas y otros medios impresos y en 2006 se hizo acreedora a la beca del FONCA Jóvenes Creadores, que la llevó a dedicarse de lleno a la literatura. En 2010 publicó Gothic Doll, novela que agotó 20 mil ejemplares en el primer semestre y que se convirtió en una trilogía a la que le siguieron el libro de cuentos de protesta Relatos de Impunidad y las novelas El Club de los Perdedores (Grupo Planeta), Las Catrinas (Grupo Planeta), ¡No te mueras, Eli! (finalista del concurso Gran Angular 2017) y Sirenas (Penguin Random House). Actualmente reside en Galicia, donde escribe, traduce, imparte talleres de escritura e incursiona en el dibujo de cómic. Colabora en diversos medios impresos y digitales, tiene un canal de YouTube de consejos para escritores con más de 25 mil suscriptores y en su tiempo libre hornea galletas y duerme siestas con sus perros. 

Colectivo Delfos: Cuando comenzaste a escribir, ¿comenzaste a escribir fantasía o alguna categoría específica?

Lorena Amkie: Pues no me planteaba tanto el género, ni que se iba a acabar encasillando el asunto. Pero sí sabía, —lo primero que publique fue una trilogía de vampiros—, sí sabía que ese tema no se me iba a escapar. Que yo tenía que averiguar acerca de la inmortalidad.

Entonces, no sé si me lo plantee específicamente como: voy a escribir fantasía o voy a escribir horror, porque es una especie de: el mito encerrado en la realidad cotidiana. Entonces yo diría que mi estilo tiende a lo realista, porque era aquí y ahora en la Ciudad de México en el momento que los escribí.

Pero claro, con ese elemento fantástico o sobrenatural. Que a veces hay confusión con estos términos, como que si yo digo fantástico, la gente se va directamente a elfos o al Señor de los Anillos.

Cuando también los vampiros son criaturas fantásticas. Pero bueno, creo que la gente lo entiende así como, seres sobrenaturales o fantasía, como si fueran dos cosas distintas. Y como también se ha recuperado mucho la figura del vampiro, tanto como para lo cómico, como para lo romántico, como para; bueno un montones de cosas, de atributos que le hemos ido poniendo a la figura del chupasangre. Pues ya no sé si la gente lo asocia directamente al horror o a otra cosa. Ya creo que se asocia más al romance.

Yo quería dar mi propia versión, yo quería averiguar acerca de la inmortalidad. Creo que mi proceso mental para llegar a los vampiros fue más partiendo de mi pregunta como escritora. Quería hacer de cuenta que podía vivir para siempre, porque yo no me quiero morir. Entonces dije: ¿qué seres viven para averiguar acerca de la inmortalidad. Mi línea fue más por ahí. Necesitaba algún ser de este tipo, para averiguar acerca de eso. Pero claro, ellos mismos me llevaron a la parte de horror que tienen ellos, que les es impuesta por sus necesidades biológicas. Entonces, sí tienes esas partes. No creo que nadie categorizaría mi literatura como horror, pero esa parte clásica del monstruo, sí que la tiene.

Colectivo Delfos: Entonces, ¿no pensabas en esa categoría o género de inicio?

Lorena Amkie: Sí, yo creo que nunca lo he pensado así. Nunca he pensado, voy a escribir de este género. O porque leo este género, voy a escribir este género. Sino que los temas mismos o los personajes son los que me van, los que me han ido llevando. No me consideraría una autora de terror o de fantasía. Diría que simplemente escribo lo que me llega.

Colectivo Delfos: Nosotros te seguimos en tu canal de youtube Lorena Amkie, y pues hemos visto que tienes un personaje “Papa Escritora”. ¿Cómo fue que se te ocurrió escribir sus aventuras?

Lorena Amkie: Justamente, tengo dos pantallas para trabajar. Y justamente mientras estoy contigo, aquí arriba tengo el editor de diseño, donde estoy haciendo la edición de la Papata Narradora. Entonces la tengo aquí en mi cara. Bueno, realmente surgió, como surgen las mejores cosas, sin querer y sin planificarlo.

Para hacerlo de una forma dulce, digamos, satírica. Una crítica constructiva de cierto siempre? Los vampiros, voy a usarlos para modo, de las cosas por las que pasamos. Entonces, empecé con eso, pero después se me volvió una cuestión sentimental del camino del escritor. Y empecé a mostrar también, pues la soledad que sentimos los escritores, los diferentes dolores que nos embargan a los artistas y todos los dramas que hacemos. Porque tomamos con tanta pasión nuestra.

Entonces empecé a hacer eso, y bueno, el personaje me empezo a fluir y se empezó a combinar con otras verduras: las zanahorias criticonas, el ajo crítico literario, y empecé toda una hortaliza. Toda una ensalada de vegetales, que representan todas estas figuras que nos topamos en los trabajos creativos. Estoy segura tú como escritor o creador, te haz topado también, con el clásico crítico que siempre se va a sentir mejor que todos; con el que piensa que sólo se pueden hacer las cosas a la manera antigua; o con los amiguitos de la secundaria que te juzgan porque no estás ganando dinero. O sea, todos estos clichés y todas esas cosas que son tan comunes en la vida de los escritores, pues las empecé a plasmar ahí. Para sentirme acompañada, para quitarle un poco de seriedad al asunto. Porque también hay mucha solemnidad alrededor del mundo de las letras, y porque es tan serio todo, y a veces, también hay que reírse de uno mismo. Entonces, la Papata, es eso. Una manera de reírme de mí misma, cuando empecé. Y de que los propios suscriptores o los escritores que se identifiquen con ella puedan tomarse a mismos un poco menos en serio.

Colectivo Delfos: Creo que me quedé con la idea de “eres una papa para escribir” por eso le cambié. Pero es la Papata Narradora.

Lorena Amkie: Sí, era para darle esa solemnidad justamente. Papata, no papa. También por mis años de vivir aquí en España. Aquí es papata, las papas no; todo es papata. Entonces también se me va pegando algo, supongo.

Colectivo Delfos: Haz pensado también, veo que estás haciendo cómic, ¿haz pensado en hacer un guion como para alguna novela gráfica o algo así?

Lorena Amkie: Uff, mira, estos dibujos de la Papata que ves tan simples. A mí me tomó años de clases de dibujo poder lograrlos. A mí no se me da el dibujo de manera natural. Me he tenido que esforzar muchísimo para refinarlo y que quede lo que ves, que es nada, que un dibujante bueno, pues lo hace en tres segundos, pero que a mí me ha costado un montón. Porque me doy cuenta que lo importante en mis cómics, es el chiste y no el arte. Entonces, pensar en un proyecto más a largo plazo de dibujo, me agobia. Porque me parece tremendo, porque estos a mí me llevan un rato y son una tontería. Entonces, creo que mi medio principal sigue siendo la palabra. Pero cuando pienso en lo del guion, me imagino que tu piensas: bueno, alguien más podría dibujarlo. Y eso me cuesta imaginarlo, me cuesta imaginar el trabajo conjunto con alguien, y es una tontería, yo sé que en el cómic se hace muchísimo, casi toda la gente lo hace. Muchos de los grandes proyectos son así en conjunto. Los cuentos infantiles, también son así. Pero yo decía, si llego a hacer alguna un día, la quiero hacer yo.

Colectivo Delfos: Pues sí, creo que un día vas a juntar toda la antología de la Papata Narradora. Va a estar bueno.

Lorena Amkie: Eso ya está en camino. Ya está en camino el volumen uno.

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La aventura de descubrir el cómic. Entrevista a Mario González Nájera


Mario Alberto González Nájera es docente, investigador, editor, guionista, consultor, expositor, curador. fotógrafo y periodista especializado en temas de narrativa gráfica, ha impartido el Taller de Análisis y Producción de Cómics y Narrativa Gráfica desde el año 2016 en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. 
Creador del sistema de información en redes sociales especializado en narrativa gráfica mexicana: Multiversos-NGM. Editor de las antologías de narrativa gráfica 12M, Primera Caída, Segunda Caída, Tercera Caída y la novela gráfica Ladrones de Flores, para ARCOM Producciones.
Coautor del libro Análisis de los Lenguajes Audiovisuales en la Era Digital (2018), editado por la UNAM. 
Organizador del Encuentro Multiversos-NGM, realizado en el Museo de la Ciudad de México en junio de 2022 y en el Centro Cultural El Rule en 2023, así como del Festival de Narrativa Gráfica Mexicana, efectuado en diferentes recintos culturales en la Ciudad de México en 2022. 
Curador de las exposiciones colectivas "Los Modernos Tlacuilos: Multiversos de Narradores Gráficos Mexicanos" y "En Búsqueda de la Identidad de la Narrativa Gráfica Mexicana", así como de su exposición fotográfica "Narrativas Gráficas y Musicales". 

La primera pregunta, es por una broma que usted nos hizo en clase de Análisis y Producción de Narrativa Gráfica que imparte aquí en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Dijo usted que era como “el Indiana Jones del cómic”, ¿podría hablar más de ello? ¿Como antologador, cuál es la meta o la visión de su trabajo?

«Bueno, fue una frase un poco de broma, pero haciendo alusión a mí trabajo que es como de aventura y hacer rescate arqueológico prácticamente, de la narrativa gráfica mexicana en este caso. Y es para centrarse en la investigación desde nuestros orígenes prehispánicos en nuestra narrativa gráfica hasta la actualidad, pasando por diferentes formatos, editoriales, personajes. Es estar buscando constantemente en diferentes lugares.»

Entonces, ¿su visión es como rescatista, un poco?

Sí, es conocer. Conocer para entender y para promover la lectura de la narrativa gráfica, principalmente en los cómics que es lo que nos atañe. Desde los formatos impresos en papel hasta los web cómics contemporáneos, pero también sin dejar de darle su importancia a nuestros orígenes, como te había dicho, prehispánicos, que los podemos ver en códices, en murales, en vasijas, en diferentes plataformas. Y que de alguna forma, pues es parte de nuestra herencia cultural que también es el interés en conocerla, entenderla y promoverla.

Portada de la Antología de Narrativa Gráfica Mexicana Primera Caída, con ilustración de José Quintero
Portada de la Antología de Narrativa Gráfica Mexicana Primera Caída, con ilustración de José Quintero.

¿Cree que exista ya en México un estilo característico del cómic, que se pueda distinguir por ejemplo del cómic oriental o del cómic norteamericano?

Veo que hay vertientes que van a la par, que nosotros como pueblo mexicano siempre hemos sido característicos de incorporar elementos de otras culturas. Somos un pueblo mestizo en su origen y seguimos con esa tradición. Algunos dirían hasta malinchismo, de que se le da más importancia a lo que viene del extranjero. Pero pues es parte de nuestra tradición.

Yo lo veo como eso: cómo de alguna manera ha influido el estilo de la narrativa gráfica estadounidense en un momento dado y actualmente el japonés que tiene mucha fuerza. Y vemos que eso se ve en la producción de autores mexicanos, que muchos siguen por esa línea, del estilo del manga japonés o el manhwa coreano.

Pero también vemos que hay otra parte que está buscando esa identidad propia, ya no tanto como una identidad mexicana, sino más bien una identidad como autor, de que lo distingan de otros autores. Yo creo que estamos ahorita, como narrativa gráfica mexicana, en un contexto de esa producción autoral, más que de hacer en serie ciertos personajes. Estamos más en la etapa de la autopublicación o la publicación de editoriales independientes que le dan salida a la obra del autor por encima de un personaje en particular.

Es decir, ¿no formamos todavía una corriente?

Yo creo que seguimos en esa búsqueda.

Respecto a esta visión del cómic mexicano, ¿cree que podría volver a surgir una industria?

Siempre es difícil saber el futuro o verlo. Parece que el futuro iría más por la publicación en línea, en plataformas digitales y la publicación impresa más para coleccionistas, para la gente que le gusta más lo vintage, por así decirlo. Pero que se puede llamar como industria, sería como alguna vez dijo Luis Gantús en una entrevista que la narrativa gráfica sería parte de la industria editorial. Pero una industria por sí sola, no creo que vuelva a serlo, como en algún momento del siglo XX lo llegó a ser.

Desde nuestra perspectiva editorial de Colectivo Delfos, notamos que hay un campo de la fantasía y ciencia ficción mexicana que por un lado se desarrolla en la escritura con diversos autores, y por otro lado también con la narrativa gráfica o el cómic, pero creo que es de manera paralela, con pocas intersecciones, ¿a qué cree que se deba esto? ¿O está de acuerdo con este planteamiento que tenemos?

Me parece un planteamiento algo complejo, a lo mejor no lo entendí, ¿podrías repetirlo?

Sí, por ejemplo, hay autores como Alberto Chimal, Raquel Castro, José Luis Zárate, Bernardo Fernández que se les reconoce por su escritura en prosa y en esa esfera se mueven. Y yo noto, o notamos, que la fantasía y ciencia ficción también se está desarrollando por el lado de la narrativa gráfica, pero muy pocas veces hay interrelación. Creo que de Chimal hay un guion para Batman reciente, y el caso de Bef que se mueve en ambas esferas. Pero de ahí en fuera, no notamos que haya más comunicación.

No es muy común, normalmente los autores en prosa ya se sienten cómodos. Hay pocos ejemplos de gente que ha escrito guiones, novelas o cuentos en prosa que quieran dar el salto a la narrativa gráfica. Se me ocurre ahorita Luis Villoro que hizo un trabajo con Bef; Haghenbeck hizo trabajos de guionista para cómic y guion para televisión, para cine, por citar algunos.

Pero como que cada quién se queda en el nicho en el que se siente más cómodo o identificado. Al fin de cuentas es un trabajo artístico, yo creo que depende de cada artista cuando quiere experimentar en otro medio.

Pero no lo veo como algo negativo o positivo, simplemente ocurre, no hay tanto esa transición. Y no solamente en México, creo que a nivel mundial, vemos a Allan Moore, sí tiene, pero es más conocido por su obra en narrativa gráfica que su obra en prosa y tiene trabajo a la par. Neil Gaiman es un caso similar, como Jodorowsky.

Entonces no es algo exclusivo de México, pero yo creo que también hace falta alguien que los motive, podría ser un nicho de oportunidad.

Cartel del Encuentro Multiversos-NGM 2022, ilustración realizada por “Racrufi”, Raúl Cruz Figueroa.
Cartel del Encuentro Multiversos-NGM 2022, ilustración realizada por “Racrufi”, Raúl Cruz Figueroa.

¿Qué opina de los eventos de encuentros de narrativas gráficas con otros autores? ¿Cuál sería su visión de esto?

Pues es importante para que siga la promoción de la narrativa gráfica. Yo creo que cualquier esfuerzo que se haga con eventos virtuales o eventos presenciales, dan un foro para que los autores puedan mostrar su obra sin necesidad de intermediarios. Y que mejor que estos eventos sean gratuitos, para que la gente no tenga que desembolsar en la entrada de un recinto, lo que podría desembolsar mejor en la compra de obra que va a apoyar a que los autores sigan produciendo. Y además que tengan esa forma de interactuar, para que también alguien como tú les diga, oye, me gusta tu obra o siento que podría ir por acá.
Que pueda haber esa retroalimentación que también es necesaria.

Por nuestra parte sería todo, no sé si guste agregar algo respecto al taller específicamente, pues creo que salen proyectos de aquí, ¿un trailer próximo de lo que pueda venir?

Pues el taller está enfocado en la promoción de narrativa gráfica, en conocerla, en difundir, producirla y en que la gente se anime a hacerla. Es una muy buena manera de entenderla, el producirla. Porque van viendo todos los pasos que hay que seguir, te vas conociendo a ti mismo. Cuáles son tus limitaciones, cuáles son tus fortalezas, cuáles son tus áreas de oportunidad y con base en eso, puedes ir formándote un mejor conocimiento acerca de la narrativa gráfica y tú como persona.

De nuestra parte sería todo, muchas gracias profesor.

Gracias a ti.

Un artista persiguiendo sus propias ideas

Entrevista a Raúl Cruz Figueroa (Racrufi) por Joel Cuéllar


Raúl Cruz Figueroa (Racrufi) y Joel Cuéllar

El 12 de junio 2022, en el contexto del evento “Los modernos tlacuilos: Multiversos de Narradores Gráficos Mexicanos”, en el museo de la Ciudad de México, nos reunimos con Raúl Cruz Figueroa, mejor conocido como RACRUFI. Maestro de maestros del arte fantástico mexicano, se trata de uno de los artistas plásticos contemporáneos más relevantes en la escena de la ciencia ficción y fantasía de México.

Durante esta charla nos habló sobre su proceso, orígenes, trayectoria y en especial sobre las lecciones que ha aprendido a lo largo del camino de las cuales todos podemos abrevar un poco. A continuación transcribimos algunos de los extractos más importantes de dicha entrevista.

Racrufi se ha distinguido no solamente por la calidad de su técnica, la cual se hace patente al ver la obra en vivo, donde podemos corroborar que ninguna fotografía le hace justicia. También por su particular temática, la cual combina elementos prehispánicos o folclóricos mexicanos con ideas fantásticas y de ciencia ficción. Sobre esto nos comentó:

Este trabajo es el resultado, por muy cursi que suene, de mucha pasión por crear, por dibujar, por la ciencia ficción y por la fantasía. En algún momento de mi adolescencia quise darle una identidad propia a mi trabajo porque la gran mayoría de las personas que lo veía intuía que yo había tomado el robot, la nave o lo que hubiera hecho de lo que estuviera de moda en ese momento, algún programa de televisión o alguna película.

Es algo lógico, no lo considero algo malo, pero yo tenía la enorme necesidad de hacer algo propio, entonces un día se me ocurrió utilizar una cabeza de Quetzalcóatl para convertirla en una nave espacial y así surgió. Posteriormente hice el calendario azteca en una nave espacial, luego hice un robot al estilo de un guerrero mexica.

Racrufi ha utilizado muchas técnicas, desde el lápiz, la acuarela, el aerógrafo. Durante dichas exploraciones ha encontrado que el acrílico sobre tela es su preferida. Para él dicha búsqueda se puede resumir de la siguiente manera:

Todo ha sido a través del tiempo, de estar trabajando, experimentando siempre por el gusto y yo diría que incluso por la necesidad biológica de estar siempre haciendo algo.

Esto último se hace particularmente interesante cuando nos enteramos que él no cuenta con estudios de licenciatura en artes plásticas.

No tengo una carrera de licenciatura de arte, todo ha sido a través del gusto, de la práctica y la observación. Obviamente lo ideal para un artista es tener una carrera y además tener el placer o la pasión de hacerlo. Para bien o mal nadie me ha pedido un título profesional, quiero pensar que es porque mi trabajo de alguna forma habla de la práctica que ya he tenido. Yo creo que todo lo académico es básico, que se necesita realmente, yo lo he aprendido por mi cuenta pero es una preparación que sí se debe hacer.

Quizás una de las ventajas de no tener una carrera es que hay una libertad creativa, no hay un camino que seguir porque haya sido el que nos dijeron en la escuela. El uso de la acuarela, del acrílico o de cualquier otro material yo lo he hecho con base en experimentaciones, en si los resultados me han gustado o no. Pero que no necesariamente tienen que venir de una clase o de un libro y me ha sucedido que espontáneamente a través de ese acto han surgido cosas que por lo menos a mí me gustan aunque no sean estrictamente académicas.

Probablemente el mejor ejemplo de la combinación entre dicha búsqueda de identidad y la experimentación artística de Racrufi sea su uso del papel amate.

Me gusta mucho su textura, pero no sé cómo me vino a la mente esa idea, un día se me ocurrió tomar una pistola de calor y empezar a quemar ciertas áreas del papel amate y me gustó porque se vuelve rojizo y puede dar un acabado interesante.

Cabe destacar que a pesar de la longeva carrera de Racrifu, creando volantes o carteles para eventos con temas fantásticos y de ciencia ficción, esto no se tradujo en éxito económico. Por lo que se ha dedicado de manera paralela a una carrera en la ilustración y la publicidad.

Cuando yo empezaba todo esto, en la adolescencia, tenía una ilusión muy sólida y muy fuerte de dedicarme sólo a hacer arte de ciencia ficción. Mis primeros contactos fueron libros de arte fantástico que llegaban a México de Boris Vallejo, de Frazetta, de varios maestros de los 60s, 70s u 80s y ese era mi sueño.

Yo no sabía que en México no había un mercado de ciencia ficción, no hay una industria de ciencia ficción y todo lo que conocemos de ciencia ficción en México viene de fuera, especialmente de Estados Unidos.

Con los años yo tuve que aceptar esa realidad y para vivir tuve que empezar a aceptar trabajos de arte que no tenían nada que ver con ciencia ficción. He hecho portadas de libros didácticos, escolares, revistas y un montón de trabajo que no tiene nada que ver.

Gran parte de mi tiempo lo dedico a hacer arte para publicidad, no necesariamente de fantasía y ciencia ficción. No hay un mercado muy grande para ello en México, hablando de lo gráfico, yo sé que literariamente es mucho más grande.

Encuentro «Los modernos tlacuilos: Multiversos de Narradores Gráficos Mexicanos”, en el Museo de la Ciudad de México, 2022

El maestro considera importante el contacto con otros artistas con inquietudes similares.

A mí me gusta mucho porque es muy enriquecedor. La retroalimentación, el que cada uno de nosotros nos compartamos nuestras experiencias, nuestras técnicas o nuestras ideas. Por supuesto, llega a haber alguna situación en la que llegamos a encontrar a alguien que no solamente se niega a compartir, sino que además es un poco antagonista, pero es lo menos.

Es común que un autor reconocido pierda la proporción de su éxito y que la soberbia se haga presente, algo que Raúl tiene muy presente.

Por supuesto, tengo mi ego. Mi ego es parte importante para hacer la obra, me gusta que la gente admire mi trabajo, pero me gusta tener mi ego en privado. Finalmente todos somos vulnerables, falibles y quien tiene que hablar por nosotros es la obra. La mejor muestra ególatra de un artista es su obra.

Como ya se mencionó, la necesidad económica hizo que el maestro no pudiera concentrar su obra exclusivamente en los temas de su interés. Sin embargo, recientemente ha podido combinar esas dos líneas de trabajo, que hasta ahora habían sido paralelas:

A partir del Internet la apertura es mayor y ahora tengo clientes que no son de México, clientes de Dinamarca, de Estados Unidos, España u otros países, todo por Internet y que sí son temas de ciencia ficción.

Por ejemplo, hay una empresa de Dinamarca que se llama Tinmen que me encargan puros dragones, robotizados, de fuego, hace poco hice unos dragones de nebulosa, muchos tipos de dragones. Colaboro con una empresa que se llama Sivifi que hace videojuegos, les hago robots, insectos robotizados, paisajes, escenarios o escenas con un estilo steampunk. Para otra empresa de Texas les hago unas cartas de fantasía y ciencia ficción. Ahí sí son trabajos más enfocados a la temática y al concepto de la ciencia ficción.

Al ser una persona de la vieja escuela, que puede recordar el mundo previo a la revolución digital, Racrufi hace especial énfasis en la manera en la que un autor puede darse a conocer a través de las nuevas redes de comunicación mundial.

Es cierto que si nos basamos en una editorial dejando que se encargue de todo, imprimir, distribuir exhibir, promocionar y vender, el artista tiene más tiempo para crear. Pero también tiene menos ganancias y tiene menos contacto con la gente. Entonces, aunque mi naturaleza no es muy sociable y me la paso encerrado trabajando, me gusta conocer a la gente que disfruta mi trabajo, me gusta platicar con ellos porque hay una retroalimentación. Esto es algo que ha permitido el Internet porque saltas todos los intermediarios que eran los que decidían si salía o no a la venta algo, si les ponías un cierto precio o no. Bueno, pues afortunadamente ya no tenemos que buscar su bendición.

Alcatraces por Racrufi

Nos comentó acerca de la importancia del contacto directo con su audiencia, en especial pensando en los futuros artistas.

Entonces ya nosotros personalmente decidimos tener el contacto directo con la gente, a veces hay tiempo, a veces no; tiene sus ventajas, sus desventajas. Pero a mí me parece que es muy enriquecedor, quiero pensar que ayuda o que puede proyectarle a los chavos que nos vean como alguien más terrenal, más normal.

Yo tengo consciencia de que hago un trabajo que pocos o nadie lo hace, pero yo no dejo de necesitar ir al súper, pagar mi luz, mi agua. Esta idealización que se llega a hacer de los artistas me gusta aterrizarla para que los chavos que aspiran a eso se den cuenta de que no hay nada especial. Obvio hay que trabajar duro, hay que practicar, sí hay un precio que pagar pero no es para alguien especial, no es que te haya caído un rayo y te iluminó o que vienes de otro planeta.

El maestro hizo especial énfasis en lo que implica el desarrollar cualquier disciplina, en otras palabras, la importancia del oficio, del gusto que impulsa a practicar haya o no ganancia inmediata.

Sí hay cierto talento, sí hay cierta proclividad, como un deportista, como cuando hay un chavito de diez años que es mejor que otro para jugar al basquetball por ejemplo, eso es un hecho igual que en el arte. Pero puede haber alguien muy bueno para algo y si no practica simplemente no va a desarrollar su talento. Y puede haber alguien que no tena talento pero se esfuerza, practica y lo desarrolla. Entonces la clave para hacer arte o cualquier actividad es la constancia, la práctica todos los días producto del gusto por hacerlo.

No esperes a que alguien te pida algo… Yo un día dije que iba a seguir haciendo mi ciencia ficción aunque no me la encarguen y seguí ahí, trabajando. Yo no pude evitar seguir haciendo ciencia ficción y con el tiempo me di cuenta de que era muy bueno porque no esperé a que viniera alguien o que existiera un mercado, podría decir que hasta estamos abriendo un mercado. Curiosamente mis obras personales que nadie me encargó me han abierto muchas puertas de trabajos comerciales.

Finalmente nos comentó lo que considera fue la clave para convertirse en uno de los artistas plásticos más importantes en el ámbito de la fantasía y la ciencia ficción en México.

¿Cuál es la clave de esto? Que de toda la creatividad, toda esa inquietud y esa necesidad creativa del artista hay que abrir la válvula para que se desfogue. Llegó a decirme alguien que mis trabajos eran muy locales, que no iba a tener clientes de Estados Unidos, que hiciera otra cosa. Y yo dije que si llegaba a tener clientes de EUA estaría bien pero yo insistí en seguir haciendo mi propio concepto de ciencia ficción mexicana, no me importa si me lo encargan o no me lo encargan. Y el tiempo creo que me dio la razón porque ahora yo me siento muy orgulloso de tener a mis clientes pero por otro lado mi obra personal.

El secreto. Que sigan haciendo sus propias ideas aunque nadie se las encargue. Aunque el maestro no se las dejó de tarea, aunque el cliente no les encargó, sigan haciendo sus obras, practicando, experimentando y todo eso cuenta, absolutamente. Va a llegar un momento en que eso les va a abrir puertas.

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