LA PALABRA DE LOS ABUELOS: «Sluluk y la concepción de Sol y Luna»


Roberto Carlos Garnica Castro


La escritura es mágica y en este preciso instante puedes “oírme” gracias a su poder, pero nunca hay que dejar de abrevar de la ancestral sabiduría oral.
En Papantla, cuna de la hermana vainilla, viven muchos abuelos que desean compartir sus historias.
Aquí, en La palabra de los abuelos, recupero algunas de esas narraciones y las reelaboro de manera literaria.
En esta ocasión, te presento un mito cosmogónico que me compartió el maestro Romualdo García de Luna.

Sluluk y la concepción de Sol y Luna

Sen (Lluvia) camina con su abuela, la dueña del monte, la inquebrantable Kiwichat. Le asombra sentir cómo su cuerpo pasa del frío al calor en menos de diez pasos. Los días decembrinos son extraños: el sol quema, pero a la sombra cala el viento. Sen se detiene, una lagartija tendida sobre una piedra blanca llama su atención.

—Mi niña, veo que el viejo Sluluk (lagartija) te habla.

—Sí, abuelita, pero no entiendo lo que dice.

—Sluluk necesita el abrazo del sol, Sluluk ama su piedra.

—¿Cuál es su staku (estrella, propósito)? Tú y mi abuelito me contaron cómo Tukay (araña) y Patokgtokg (primavera) descubrieron su don. Háblame del viejo Sluluk.

—La historia de Sluluk es anterior al nacimiento del sol. ¿Quieres que te hable de la misteriosa concepción de Chichiní?

A la niña le brillaron los ojos pues supo que sus tres corazones serían alimentados con bellas palabras.

—¡Sí, abuelita!

—Abre los ojos y escucha.

Y fue así como, mientras Sluluk absorbía el espíritu del sol, Kiwichat narró esta historia:

«Antes del inicio, cuando todo era penumbra y los dioses, los hombres y los animales poseían un lenguaje común, la Gran Abuela y su nieta vivían lejos del pueblo.

—Ha llegado el tiempo de sembrar frijol, es bueno sembrar. Busquemos a alguien que nos ayude, pero primero pediremos el permiso de la tierra, como debe ser —anunció la abuela.

Y así hicieron: pidieron permiso, desmontaron, sembraron y llegó el tiempo de la floración.

—Hoy iremos a ver cómo va la siembra —señaló la abuela.

Cuando llegaron al lugar se sorprendieron porque una parte del frijolar estaba quebrada o doblada, como si algo grande y pesado hubiera pasado por ahí.

—¿Quién pudo hacernos esto? —preguntó la abuela.

Caminaron por la senda maltratada hasta llegar al centro de la siembra y vieron que el viejo Sluluk (en aquella época los lagartijos eran mucho más grandes) descansaba sobre una hermosa piedra.

—Así que fuiste tú el que hizo esta travesura. Te pido por favor que te retires y no maltrates más mi siembra —pidió la abuela.

—¡Ay, abuela, abuela! ¿Por qué me pide algo inadmisible? Ésta es mi piedra, usted es la que usurpa este lugar. Usted cometió el error, no yo. No me moveré de aquí porque mi piedra lleva mucho tiempo aquí. —exclamó Sluluk.

Tiempo después, la abuela y su nieta regresaron al sembradío y se encontraron con el mismo inconveniente. Se dirigieron muy enojadas al pueblo para hablar con la suma autoridad.

—Vayan por última vez e intenten convencerlo de que se vaya a otra parte. Si no acepta se procederá como debe ser —dijo la autoridad.

Volvieron al lugar y dijo la abuela “vengo a pedirte por última vez que te retires y no dañes más mi siembra”, pero Sluluk se mantuvo en su postura, argumentando que la piedra era suya.

Fue entonces que la suma autoridad decidió intervenir y ordenó que una cuadrilla destruyera la piedra para que Sluluk ya no tuviera motivos para atravesar el frijolar. El animal aceptó lo que mandó la autoridad y se retiró, pero exclamó “no es justo, es mi piedra”.

No fue fácil romper aquella piedra porque era muy dura. Al descubrir el interior fue inmensa la sorpresa de los seres de la penumbra porque, por primera vez, vieron algo luminoso, era como un huevo. El líder de la cuadrilla tomó el objeto con sus toscas manos y lo llevó al pueblo para que lo examinara la suma autoridad. Ésta se asombró y ordenó que depositaran el objeto sobre una mesa de piedra. Toda la gente se formó para contemplar la cosa que brilla. También se formaron la abuela y su nieta y, cuando llegó su turno, la niña se acercó tanto al portento que le provocó un estornudo y, de esa manera, se tragó el huevo.

La suma autoridad solicitó que todos regresaran a su casa. Así también hicieron la abuela y su nieta. Pero, a los tres meses, la muchacha empezó a tener mareos y vómitos y comprendieron que estaba embarazada.

La abuela se extrañó porque nunca dejaba sola a su nieta y le preguntó “¿quién es el padre?”.

—No he tenido ninguna relación con nadie —aseguró la muchacha.

La abuela rememoró el incidente con la cosa que brilla y la tranquilizó “no tengas miedo, lo que va a pasar pasará, yo estoy contigo para orientarte y protegerte”.

En ese momento, la Gran Abuela comprendió cuál era el propósito de su nieta y comunicó a las demás Abuelas que la antigua profecía por fin se cumpliría: una virgen daría a luz a Chichiní (sol) y a Papa’ (luna), los gemelos que alumbrarían el mundo».

—Y fue así, mi niña, como Chichiní y Papa’ empezaron a crecer en el vientre de una virgen.

—¡Qué hermosa historia abuelita! ¿Y qué pasó en el momento del alumbramiento?, ¿cuál es el nombre de la Madre?, ¿quiénes eran las Abuelas?, ¿qué ocurrió con Sluluk?

—Sen, mi dulce niña, ésas son otras historias y deben ser contadas en otra ocasión.

Créditos y agradecimientos:

Al Maestro Romualdo García de Luna, por compartirnos la historia de La creación del sol.

Sueños


Carolina Carmona Maldonado


A veces uno se pregunta el significado de sus sueños, el porqué de aquel hombre o ser que apareció, del porque viste esa persona muerta que extrañas mucho y en si quiso darte un mensaje o simplemente quieres volver a verla. Pero yo nunca encuentro un significado apropiado o elocuente. ¿Por qué? Porque la incoherencia de mi mente me lleva a los sueños más retorcidos y extraños que cualquiera de mis conocidos podría siquiera imaginar.

Me siento en un lugar cómodo y sonrío al volver a recordar ese sueño, en ese último momento donde perseguía a un pastelito de chocolate, el cual corría con terror por una calle angosta, y cuando lo alcancé, le di una mordida y saboreé su deliciosa consistencia esponjosa. Claro está que ese pobre postre no le ha gustado ser víctima del terror y de que le hayan arrancado una parte de sí. ¡Pero estaba delicioso! Me dije para justificar haberlo mordido. Luego de recordar aquello, mi estómago crujió ya que no había desayunado esa mañana.

Trato de olvidarme del hambre y leo en mi libreta uno de esos sueños incomprensibles esperando descifrar su significado ¡si es que lo tiene! Pero por más empeño que le pongo no lo consigo, sobre todo porque hay un pensamiento que distrae mi mente el cual consiste en correr ¿A dónde? Me pregunto, y ¿por qué? Miro hacia todos lados como si algo buscara de mi entorno, tal vez algún peligro, pero solo veo arboles pequeños, pájaros peleando y un parque vacío de personas. Miro al cielo esperando ver nubes negras o algún indicio de lluvia, tal vez esa sea la razón por la que mi mente piensa en correr, pero nada, todo es soleado y sin nubes a la vista.

Me cruzo de brazos y siento un escalofrió recorrer mi espalda ¿Habré olvidado apagar la luz al salir? ¿Habré dejado la puerta abierta de la casa? Cada pregunta que me hago se hace más inquietante y poco a poco comienzo a entrar en pánico ¡Necesito saber por qué debo correr! Me levanto de golpe y camino rápidamente hacia casa esperando encontrar todo en orden, y aunque trato de controlar mis nervios no lo consigo, por lo que comienzo a correr como si no hubiera un mañana y sin querer empujo a varios transeúntes: ¡Tengo que llegar! Me digo y sigo corriendo.

Al llegar, veo que todo estaba tal y como lo había dejado, la cama tendida, los platos lavados, una revista abierta a la mitad en el sofá y migajas de pan en la mesa ¡Que alegría! Sonrió de oreja a oreja, es entonces cuando recobro la otra parte del sueño: recuerdo haberme puesto azul y acostarme en el suelo después de comer ese enorme postre: ¡Que extraño! Digo en voz alta para luego sentarme en el sofá y sostener la revista en mis manos. Después de leer unos párrafos, me surge la urgencia de ir al baño, por lo que camino lentamente y entonces la razón por la que corría. Mi cuerpo estaba tirado en el piso. No había llegado a tiempo.

La filosofía interminable de Ende: «La infinitud exponencial del libro rizoma»


Roberto Carlos Garnica Castro


Silfos nocturnos, fuegos fatuos y comerrocas, una tortuga gigante, un monstruo proteico y un dragón de la suerte, oráculos y esfinges, hombres lobo, brujas y vampiros, tres niños (una emperatriz, un héroe y un lector apasionado), y muchas otras criaturas fantásticas, hacen de La historia interminable un impulso para soñar y viajar. 
Es también un texto que estimula el pensamiento. ¿Me acompañas a desentrañar sus tesoros filosóficos?

La infinitud exponencial del libro rizoma

En Fantasia en peligro (primer capítulo de La historia interminable), un fuego fatuo, un comerrocas, un silfo nocturno y un diminutense conversan alrededor de una hoguera. Son mensajeros de sus respectivas comarcas y deben dirigirse a la Torre de Marfil para pedir ayuda: ¡la Nada ha aparecido y lo devora todo! Llegan al centro de Fantasia y se sorprenden porque infinidad de mensajeros de todos los confines han arribado allí por el mismo problema. Finalmente les informan que la Emperatriz Infantil está muy enferma y que “quizá ésa sea la causa de la incomprensible desgracia que se ha abatido sobre Fantasia” (Ende, 2022, p. 36).

Además de la historia, que es fascinante, el Capítulo I aborda varios tópicos filosóficos: el “ser” de la nada y la imposibilidad de explicar qué es “esa cosa horrible” (Ende, 2022, p. 29), la contraposición entre literatura realista y fantástica, moralizante y recreativa, el poder de la escritura para evocar sensaciones, sentimientos e ideas, la guerra, etc. En esta segunda entrega de La filosofía interminable de Ende, nos sumergiremos en dicho apartado para reflexionar en torno a la infinitud exponencial de este libro.

En sentido aparente, La historia interminable es algo acabado, es decir, tiene una página inicial y una página final. Sin embargo, como sugerí en Elementos para una escritura y una antropología rizomáticas, La historia interminable es un tipo especial de texto que debe abordarse como obra abierta (Garnica, 2019). No concluye, sino que queda en puntos suspensivos y “cierra” con un lema que es una auténtica línea de fuga: “pero ésa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión” (Ende, 2022, p. 489).

La primera vez que aparece el lema es, precisamente, al final del Capítulo I. Y con dicha fórmula expresa que, aunque debido a las exigencias narrativas debe seguir un hilo central, cada historia que aparece sigue su propio camino.

De manera específica, Ende comenta que Blubb, Pyernrajzark, Vúschvusul y Úckuck, los cuatro seres fantásticos que se conocieron en el Bosque de Haule, se hicieron amigos y vivieron muchas aventuras… pero él debe continuar relatando lo que ocurre con Bastián y la Emperatriz infantil.

"Elementales", autor:Yami 2024
«Elementales», autor:Yami Hernández, 2024

Ilustración de la entrada «Elementales» por Yami Hernández.

En este sentido, La historia interminable posee lo que Deleuze y Guattari (2002) denominan ruptura asignificante: “un rizoma puede ser roto, interrumpido en cualquier parte, pero siempre recomienza según ésta o aquella de sus líneas y según otras” (p. 15). Esta novela es esencialmente infinita porque contiene innumerables líneas de fuga que, a su vez, se ramifican exponencialmente.

Aunque hay un personaje central y un eje conductor, cada personaje y cada lugar tienen su propia historia. Cada persona, además, se relaciona con otras y carga con la historia de su pueblo y su entorno.

Del diminutense, por ejemplo, se nos cuenta que se llama Úckuck, que posee un extraordinario caracol de carreras y cuyo pueblo construye “ciudades enteras en las ramas de los árboles, en las que las casitas estaban unidas entre sí por escalerillas, escalas de cuerda y toboganes” (Ende, 2022, p. 25). Y dicha microhistoria puede expandirse si la alimentamos de fértiles preguntas: ¿cuál es el nombre de las ciudades?, ¿cuál es su organización política?, ¿cómo domesticaron a los caracoles de carreras?, ¿quiénes son los padres de Úckuck?, ¿está casado y tiene hijos?, ¿cómo conoció a su esposa?… sin olvidar, por supuesto, ¿qué aventuras vivió después con el comerrocas, el fuego fatuo y el silfo nocturno?1

Blubb, el fuego fatuo, habla de su patria, Podrepantano y de un importante lago que existía allí, Cálidocaldo, y de manera marginal menciona al “Supersapo Sumpf, que vivía con su pueblo en el lago Cálidocaldo” (Ende, 2022, p. 29). También se pueden ampliar esas historias: ¿cómo son esos lugares?, ¿quiénes viven allí?, ¿qué relaciones hay entre ellos? No desestimemos que un lago y hasta una gota de agua pueden concebirse como universos en sí mismos.

La historia interminable, como un rizoma, puede extenderse hacia atrás, hacia adelante y hacia los lados, y cada punto es una nueva línea de fuga…

Por si fuera poco, esta obra del género fantástico está plagada de personajes que se remiten a otros contextos. Estas son algunas de las referencias de intertextualidad milenaria que aparecen en el primer capítulo: Pegaso, Ave Fénix, grifos, yinnis, duendes, trolls, hadas, faunos, etc.

En esta entrega no abordamos todas las cuestiones filosóficas que se tocan en el Capítulo I de La historia interminable. Pero queda claro que se trata de un libro que da qué pensar y que posee, por su ruptura asignificante, una infinitud exponencial. ¿Cuenta con otras características rizomáticas? Al menos, por estar escrito en dos tintas que jerarquizan ontológicamente lo narrado, sigue los principios de conexión y heterogeneidad y saluda al mundo exterior al libro… “pero ésa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión” (Ende, 2022, p. 37).


1 Por cierto, esta historia y todas las que nuestro autor deja explícitamente abiertas ya fueron desarrolladas en Ende interminable (2022).

Referencias.

Deleuze, Guilles y Guattari, Félix (2002). Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. Pre-Textos.

Ende, Michael (2022). La historia interminable. Alfaguara.

Garnica, Roberto Carlos. (2020). Elementos para una escritura y una antropología rizomáticas. Cuicuilco Revista De Ciencias Antropológicas26(76), 129–151. Recuperado de https://revistas.inah.gob.mx/index.php/cuicuilco/article/view/15464

VV. AA. (2002). Ende interminable. Tinta Púrpura Ediciones.

LA PALABRA DE LOS ABUELOS:«Patokgtokg, la que alegra el nacimiento del sol»



Roberto Carlos Garnica Castro

La escritura es mágica y en este preciso instante puedes “oírme” gracias a su poder, pero nunca hay que dejar de abrevar de la ancestral sabiduría oral.
En Papantla, cuna de la hermana vainilla, viven muchos abuelos que desean compartir sus historias. Aquí, en La palabra de los abuelos, recupero algunas de esas narraciones y las reelaboro de manera literaria. En esta ocasión, te presento un mito cosmogónico que me compartió el maestro Romualdo García de Luna.

Patokgtokg, la que alegra el nacimiento del sol

Era una cálida mañana de abril. A contraluz del sol, como una sombra, cantaba Patokgtokg (la Primavera) entre los azahares del naranjo. Sen (Lluvia) aguzó sus ojos y oídos y sintió cómo el blanco de las flores, el verde de las hojas, el rojo del sol y el marrón del pajarillo se mezclaban con la dulce melodía.

—Mi niña, veo que las alas de Patokgtokg te acarician —exclamó Kiwíkgolo, el dueño del monte.

—Abuelo, la otra noche me contó abuelita cómo Tukay (la araña) se convirtió en la tejedora cósmica y le pregunté cómo fue que los demás animales también descubrieron su don.

—¿Quieres saber cómo Patokgtokg fue elegida para alegrar el nacimiento de Chichiní (el sol)?

A la niña le brillaron los ojos pues supo que sus tres corazones serían alimentados con bellas palabras.

—¡Sí, abuelito!

—Escucha mientras caminamos.

Y fue así como, mientras los miraba Chichiní y las alas de la música los transportaban al Inicio, Kiwíkgolo narró esta historia:

«Hace mucho tiempo, cuando los animales hablaban y aun no existían los hombres, las veinticuatro abuelitas cósmicas profetizaron que habría un nacimiento y pidieron a los animales que se prepararan para presentar su don en el templo. Fue así como, en la era de la penumbra, se convocó a los cantores al lugar que hoy se conoce como Tajín chico.

Allí bajó el Señor del sonido y escuchó a los pájaros que querían ser cantores.

Cuando pasó la Chachalaca el gran abuelo señaló:

—Posees un tono alegre y enérgico, pero es demasiado fuerte para la ocasión.

Luego siguió el Gorrión.

—Mejorcito, pero tu canto suena más a danza ceremonial.

Después de escucharlos a todos, los dioses consideraron que ninguno había llegado a desarrollar su canto.

Aunque esa vez, Patokgtokg no lo intentó porque vivía muy lejos y no alcanzó a llegar.

—Sigan ensayando. Nos veremos en cuatro tiempos —demandaron los dioses.

Todos se prepararon lo mejor que pudieron y, además, alistaron un traje.

La vestimenta de Patokgtokg era muy hermosa. Se la regaló su abuelo, quien estaba muy orgulloso de lo bien que cantaba su nieta.

Pasaron los cuatro tiempos y llegó el momento.

Cuando sonó el primer anuncio, el primero de cuatro truenos, Sukchalh (la Calandria) le suplicó a Patokgtokg:

—Amiga, vengo a pedirte un gran favor, voy a participar en el canto, pero mi vestido se rompió, quisiera que me prestaras el tuyo, después te lo vengo a dejar.

La Primavera, que era muy noble, dijo:

—Si es así, te lo presto.

Sukchalh se lo probó, le quedó a la medida y se lo llevó puesto.

Cuando llegó el turno de Sukchalh ya habían pasado el Gorrión, el Cardenal y la Chachalaca.

La Calandria, con su hermoso vestido, cantó lo mejor que pudo.

No muy convencidos, los Señores del sonido exclamaron:

—¿No hay más?

Y es que, como no participó la primera vez, Patokgtokg no se enteró de que los dioses habían dado una segunda oportunidad.

—Oye, ¿no vas a ir? Los Señores del sonido están eligiendo a quien cantará al niño Sol —le dijo su abuelo.

—No tengo mi traje —respondió Patokgtokg.

—No es el traje, no es la vestimenta, es tu voz, es lo que tú eres.

—¿Será?

—Ve.

No fue fácil llegar porque Tajín chico es como un laberinto. Además, como no llevaba su traje, los guardianes no la dejaban pasar.

—¿Qué es todo este alboroto? —preguntaron los Señores del sonido.

—Es una niña que quiere cantar, pero no está bien vestida.

—Déjenla, queremos escucharla. ¡Canta!

—¿Qué canto? —preguntó Patokgtokg.

—Algo que sea recordado para siempre.

Ella se paró en la piedra y empezó a cantar el son del atole:

—Tru, tru, tru.

Los Señores estaban admirados y declararon:

—Tú eres la elegida, tú vas a cantar al niño sol cuando nazca.

—Pero, éste no es mi traje —musitó Patokgtokg apenada.

—Te equivocas, esa es tu ropa original, es lo tuyo, no necesitas cambiar nada, así te vas a presentar cuando llegue el momento.»

—Y fue así, mi niña, como la noble Patokgtokg se convirtió en la que alegra el nacimiento del sol.

—¡Qué bonita historia abuelito! ¿Y qué pasó con los animales que aún no descubrieron su don? ¿Es cierto que Sukchalh lo descubrió en la milpa?, ¿Por qué los dioses dijeron que el canto del Gorrión era como una danza ceremonial?

—Sen, mi hermosa niña, ésas son otras historias y deben ser contadas en otra ocasión.

Créditos y agradecimientos:

Al Maestro Romualdo García de Luna, por compartirnos la historia de Tukay, la tejedora cósmica.

Al maestro José López Tirzo, por asesorarnos con la escritura de los vocablos totonacos.

“La palabra de los abuelos” es una columna mensual con la misión de recuperar y difundir mitos de la tradición oral totonaca en la región de Veracruz adaptados por Roberto Garnica  quien se ha desarrollado principalmente en el ámbito académico como filósofo, antropólogo e historiador, ha publicado también en libros y revistas nacionales e internacionales.

El bolígrafo: un material de dibujo contemporáneo

por Pedro Sacristán


Durante el último siglo y a consecuencia de los avances tecnológicos se observa un fenómeno en las artes que bien vale la pena analizar pues basta por sí mismo para comprender la cultura material del arte moderno y el arte contemporáneo: la obsesión por utilizar materiales innovadores.

Siqueiros experimentó mucho con este aspecto y en el cuerpo de su obra es posible hallar no pocas piezas ejecutadas con piroxilina, pintura automotriz e incluso paneles de asbesto, también Rafael Cauduro utilizó toda clase de soportes experimentales y llegó a convertirlo en el sello característico de su producción; en el presente es bastante común hallar todo tipo de materiales y soportes que van desde macocel, placas de acrílico, vidrio, acero, vinil, etc, hasta la utilización de materia orgánica, materiales encontrados, secreciones e incluso animales.

No solo se ha buscado innovar desde la elección de los materiales sino también en la ejecución de las obras y es posible observar toda clase de despropósitos, tales como quien pinta con lágrimas, con los genitales, con el cabello, las pestañas, etc, hasta llegar a olvidarse por completo del contenido de la obra, enfocándose más en la provocación y el aspecto performático en torno a esta. Lejos de cuestionar la ética o la trascendencia de dichas prácticas resulta bastante útil conocer sus procesos y reflexionar acerca de su finalidad ¿Realmente esto implica alguna clase de innovación y conduce a una verdadera evolución para la creación artística? ¿Es congruente la obra con el discurso que la sostiene?

Esfinge - detalle - Dibujo a tinta - Monse Palacios 2022
Esfinge – detalle – Dibujo a tinta – Monse Palacios 2022
Un Dragón para San Jorge - Dibujo a tinta.

 Pedro Sacristán © 2005.
Un Dragón para San Jorge – Dibujo a tinta. Pedro Sacristán © 2005.
Mirada - Dibujo a tinta de Pedro N. Sacristán © 2024
Mirada – Dibujo a tinta de Pedro N. Sacristán © 2024

En este mismo contexto es importante destacar un material de uso común y que ha sido utilizado cuando menos en los últimos 80 años: el bolígrafo, también conocido como ball point pen, el cuál parece pasar inadvertido para el mundo del arte y cuya naturaleza lo constituye como un medio de uso contemporáneo aún en esta época de gadgets, medios digitales, plataformas de streaming y redes sociales; la utilización del bolígrafo sigue siendo una práctica común en todos los ámbitos, desde escuelas, oficinas, negocios, etc, la invención de este objeto por Ladislao José Biro a finales de los años 30 significó una auténtica revolución en diversos aspectos. Su creador obtuvo la inspiración al mirar a un grupo de niños jugando en el parque y observó que cuando la pelota pasaba sobre los charcos dejaba un rastro uniforme detrás de sí, muy similar a los rodillos de tinta de las imprentas, e ideó trasladar este mecanismo en miniatura para crear el bolígrafo. 

Pinhead - Dibujo a tinta sobre opalina - Carne Cruda ATH 2022
Pinhead – Dibujo a tinta sobre opalina – Carne Cruda ATH 2022
Fiebre - Dibujo a tinta sobre opalina - Carne Cruda ATH 2022
Fiebre – Dibujo a tinta sobre opalina – Carne Cruda ATH 2022

En un inicio Biro había concebido la pluma esferográfica como un producto dirigido a los zurdos que consistía en una esfera dentro de un tubo capilar que regulaba el flujo de tinta a medida que se utilizaba, permitiendo un trazo uniforme y sin manchar el papel, en 1938 había logrado producir un prototipo y patentó su diseño. Fuertemente criticado y señalado de loco, Biro en compañía de sus socios afinó su invento hasta los últimos detalles y creó una tinta de secado rápido que impedía que el mecanismo se atascara e hizo posible su uso en aviones. El bolígrafo salió al mercado en Argentina en 1943, se dio a conocer como birome y era tan económico que ni siquiera fue tomado en serio, al principio se vendió a los niños como un juguete, después se utilizó como herramienta de papelería en las aulas de los colegios y posteriormente su uso se extendió a todas las clases sociales dejando atrás las costosas plumas estilográficas que pasaron a ser artículos de lujo.

Biro vendió una licencia en 1943 para fabricar bolígrafos a Eversharp Faber en Estados Unidos y otra en 1950 a Marcel Bich en Francia quien pasaría a fundar BIC, este último implementó mejoras sobre el diseño de Biro en su BIC cristal que cuenta con una tinta indeleble de mayor viscosidad y secado rápido, además agregó una pequeña  perforación en el costado que iguala la presión atmosférica dentro del bolígrafo con la presión exterior impidiendo que explote y también cuenta con otra perforación en la tapa (en cumplimiento de normas de seguridad internacionales) para que en caso de ingestión permita el libre paso de aire por la garganta. El surgimiento del bolígrafo coincidió con la Segunda Guerra Mundial que impactó decisivamente en el desarrollo de las artes y marcó el inicio de tendencias que desembocarían en manifestaciones como el expresionismo abstracto.

Conexiones - Bolígrafos y acrílicos - Dan Rey 2021
Conexiones – Bolígrafos y acrílicos – Dan Rey 2021
Tank Girl - Bolígrafos y acrílicos - Dan Rey 2021
Tank Girl – Bolígrafos y acrílicos – Dan Rey 2021
Octopus - Dibujo a tinta - Lili Bogard 2022
Octopus – Dibujo a tinta – Lili Bogard 2022

Con el paso del tiempo el bolígrafo ha ido más allá de ser sólo una herramienta para la escritura y se ha convertido en uno de los materiales preferidos de los dibujantes, tanto principiantes como artistas profesionales han desarrollado una auténtica pasión por el uso de este material empleándolo de diversas maneras, desde  pequeños dibujos hechos en cuadernos escolares, caricaturas, bocetos e ilustraciones hasta dibujos realistas y obras complejas de gran formato ejecutadas con achurados e incluso desvanecidos, además de técnicas mixtas con lápices de colores, crayones, acrílicos, etc. Con una marcada diferencia al tacto y el correr de la línea sobre el papel, el bolígrafo rueda sobre la superficie en lugar de arañarla para obtener líneas de tinta, esto lo ha convertido en uno de los materiales favoritos para dibujo de las últimas décadas, además las tonalidades que pueden lograrse con la tinta le confieren un carácter distinto al grafito y la plumilla; en la simplicidad del bolígrafo convergen las posibilidades del lenguaje escrito y el arte de dibujar. Si bien el dibujo a pluma aún no ha sido reconocido como una técnica importante en el mundo del arte actual, es verdad que se ha ido abriendo camino poco a poco, pese a que se califica de «inusuales» a los artistas que utilizan este medio, hoy en día es posible hallar obras realizadas con ball point pen en el catálogo de Saatchi Art.

Prometeo - Dibujo a tinta - Monse Palacios 2024
Prometeo – Dibujo a tinta – Monse Palacios 2024
Tregua - Dibujo a tinta - Enrique García Bruno 2020
Tregua – Dibujo a tinta – Enrique García Bruno 2020
Leda - Dibujo a tinta - Monse Palacios 2024
Leda – Dibujo a tinta – Monse Palacios 2024

Ya en 1949 el artista italo – argentino Lucio Fontana había hecho uno de los primeros dibujos con el birome y en 1961 realizó “Nudo Femminile Seduto” (Desnudo femenino sentado) con una pluma BIC de tinta roja. En 1990 Jan Fabre cubrió con dibujos hechos con tinta azul el Castillo Tivoli en Mechelen, Bélgica. En 2018, poco antes de morir, Bruno Bich, hijo de Marcel Bich y exdirector de BIC, escribió lo siguiente acerca de los artistas que utilizan el bolígrafo: «la pluma BIC es apreciada por su calidad, lo sencillo que es conseguirla y la inmediatez con la que es posible ejecutar bocetos rápidos u obras de mayor importancia.» Se refirió a la BIC cristal como un objeto humilde y nómada.

En 2016 BIC junto con la Escuela Superior de Artes en París (l’École nationale supérieure d’arts de Paris-Cergy [ENSAPC]) unieron esfuerzos para lanzar la convocatoria de un Premio a la Creación de Arte Contemporáneo y en 2018 se realizó una exhibición de arte con plumas BIC en el Centro  Cultural CENTQUATRE-PARIS destacando el uso del bolígrafo para la realización de las obras hechas por artistas de todas partes del mundo, la exposición asombró al público por su diversidad asumiendo la universalidad de este producto como una auténtica herramienta de la expresión humana. En abril de 2023 Alix Dufour, Gerente de Marca de BIC Art & Creativity abrió el sitio de instagram Bic.Create que concentra obras hechas con bolígrafo y que cuenta en el presente con 116 mil seguidores, declarando que BIC se muestra sorprendido por la calidad alcanzada por los dibujantes contemporáneos a través de este medio.

Francisco - Dibujo a tinta - Gabriel García Morales 2019
Francisco – Dibujo a tinta – Gabriel García Morales 2019
Memo - Dibujo a tinta - Gabriel García Morales 2023
Memo – Dibujo a tinta – Gabriel García Morales 2023
Inktober Goya - Mario Sánchez Martínez 2023
Inktober Goya – Mario Sánchez Martínez 2023

El sitio Artists Network describe el dibujo con ball point pen como emocionante, divertido y sobretodo desafiante para los artistas dado su alto nivel de dificultad, ya que exige un buen nivel de dibujo para hacer algo extraordinario con un objeto tan cotidiano como el bolígrafo. En 2017 lanzó un concurso de dibujo con esta técnica cuyos ganadores se dieron a conocer en la edición de verano de la revista digital Drawing con excelentes trabajos de Guno Park, Nicolás V. Sánchez y Joo Lee Kang.

Inktober Goya 2024
Inktober Goya 2024

En la Ciudad de México destacan en el dibujo a tinta con bolígrafo artistas como Monse Palacios, Carne Cruda, Enrique García Bruno, Dan Rey, Alejandro Cortes, Mario Sánchez Martínez, Gabriel García Morales, etc,. El auge de esta técnica se relaciona también con el reto viral conocido como #Inktober que año con año anima a dibujantes de todo el mundo y todos los niveles a realizar un dibujo diario durante un mes a partir de una temática sugerida, adjunto el prompt que lanzó Foro Cultural Goya para que te sumes al desafío. Lo mejor de las artes está por verse.

Este artículo fue originalmente publicado en foroculturalgoya.com y en el blog del autor “Viento de obsidiana”, agradecemos a Pedro Sacristán director de arte del fanzine Delfos por su colaboración.

https://vientodeobsidiana.blogspot.com/2024/10/el-boligrafo-un-material-de-dibujo.html

https://www.foroculturalgoya.com/post/el-bol%C3%ADgrafo-un-material-de-dibujo-contempor%C3%A1neo

Referencias

Instagram BIC Create: https://www.instagram.com/bic.create/

Artists Network: https://www.artistsnetwork.com/art-mediums/ballpoint-art-park-sanchez-kang/

Revista Drawing Summer 2017: https://www.artistsnetwork.com/store/featured-products/digital-magazine-featured-products/drawing-summer-2017-digital-edition/

Artistas mencionados por el autor:

Tiempo – Tinta Ball point pen – © Pedro Sacristán 2022.

Mirada – Dibujo a tinta de Pedro N. Sacristán © 2024.

Un Dragón para San Jorge – Dibujo a tinta de Pedro Sacristán © 2005.

https://www.instagram.com/pedro_sacristan

Esfinge – detalle – Dibujo a tinta – Monse Palacios 2022.

Esfinge – Dibujo a tinta – Monse Palacios 2022.

Prometeo – Dibujo a tinta – Monse Palacios 2024.

Leda y el Cisne – Dibujo a tinta – Monse Palacios 2024.

https://www.instagram.com/palaciosmonse

Tregua – Dibujo a tinta – Enrique García Bruno 2020.

https://www.instagram.com/enriquegarciabruno

Fiebre – Bolígrafo sobre opalina – Carne Cruda 2022.

Pinhead – Bolígrafo sobre opalina – Carne Cruda 2022.

https://www.instagram.com/_carne_cruda

Octopus – Bolígrafo sobre papel – Lili Bogard 2022.

https://www.instagram.com/lilibogardest

Memo – Bolígrafo sobre papel – Gabriel García Morales 2023.

Francisco – Bolígrafo sobre papel – Gabriel García Morales 2019.

https://www.instagram.com/gabrielgm83

Inktober Goya 2023 – Tinta sobre papel – Mario Sánchez Martínez 2023.

https://www.instagram.com/av.mariosanchezm

Mandrágora – Bolígrafos y acrílicos – Dan Rey 2023.

Conexiones – Bolígrafos y acrílicos – Dan Rey 2021.

Tank Girl – Bolígrafos y acrílicos – Dan Rey 2021.

https://www.instagram.com/yerduf

La filosofía interminable de Ende: «La aventura de la recursividad»

Roberto Garnica Castro


Silfos nocturnos, fuegos fatuos y comerrocas, una tortuga gigante, un monstruo proteico y un dragón de la suerte, oráculos y esfinges, hombres lobo, brujas y vampiros, tres niños (una emperatriz, un héroe y un lector apasionado), y muchas otras criaturas fantásticas, hacen de La historia interminable un impulso para soñar y viajar.

Es también un texto que estimula el pensamiento. ¿Me acompañas a desentrañar sus tesoros filosóficos?

La aventura de la recursividad

En el Prólogo de La historia interminable, Bastián Baltasar Bux, un niño de diez u once años, huye de varios bravucones y se refugia en una librería. Allí encuentra un extraño libro que “lo había llamado de una forma misteriosa porque quería ser suyo, porque, en realidad, ¡le había pertenecido siempre!” (Ende, 2022, p. 15). Como no puede comprarlo lo roba. Sale del establecimiento y corre sin rumbo aparente. Sin entender cómo, llega a su escuela y se esconde en un desván. “Y de pronto sintió que el momento era casi solemne. Se sentó derecho, cogió el libro, lo abrió por la primera página y comenzó a leer La historia interminable” (Ende, 2022, p. 20).

Además de la historia, que es fascinante, el Prólogo aborda varios tópicos filosóficos: la difícil comunicabilidad entre el mundo de los niños y el mundo de los adultos, el carácter carcelario de la escuela, el poder de las pasiones, la motivación del crimen, el infinito y la recursividad, la relación entre realidad y fantasía, etc. En esta primera entrega de La filosofía interminable de Ende, nos sumergiremos en dicho apartado para reflexionar en torno a la recursividad.

La recursividad es un complejo fenómeno que, para fines expositivos, definiremos como la facultad de referirse, contenerse o construirse a sí mismo. Esta autorreferencia implica repetición indefinida y potencialmente infinita. Dos expresiones visuales de este concepto son el uróboro (la serpiente que se devora la cola) y la litografía Manos dibujando de Escher. Y ejercicios de este tipo ocurren cuando, de manera cotidiana, utilizamos el lenguaje para hablar del lenguaje (metalenguaje) o analizamos y juzgamos nuestros propios actos. La recursividad también estalla cuando, como sugiere el título de otra obra de Ende, colocamos un espejo frente a otro espejo.

Los administradores de Google denominan espejo infinito a la imagen que se desenvuelve cuando compartimos pantalla completa de la sala de conferencias.

En el Prólogo de La historia interminable se describe un libro que encanta a Bastián desde el momento en el que lo ve: “era como si el libro tuviera una especie de magnetismo que lo atrajera irresistiblemente” (Ende, 2022, p. 13). Dicho libro se titula La historia interminable y presenta en la portada a dos serpientes que se muerden mutuamente la cola, “el texto estaba impreso en dos colores. No parecía tener ilustraciones, pero sí unas letras iniciales de capítulo grandes y hermosas” (Ende, 2022, p. 13).

Esto no implica nada extraño en el plano de la lectura inmediata, pero un poco de distancia reflexiva nos permite reconocer:

  1. Que leemos un libro en el que se habla de otro libro.
  2. Que el libro que lee Bastián tiene la misma portada, el mismo título y el mismo formato que el libro que nosotros leemos.

Un grado más de recursividad muestra que estamos leyendo un libro que habla de un niño que está leyendo un libro que habla de otro niño que… y nos impele a preguntarnos si, acaso, no estamos también siendo leídos por otros. Las preguntas del personaje de Ende son también las nuestras: ¿qué ocurre dentro de un libro cuando está cerrado? Sólo son letras, pero “algo debe de pasar, porque cuando lo abro aparece de pronto una historia entera […] Para vivirlo hay que leerlo, eso está claro. Pero está dentro ya antes. Me gustaría saber de qué modo’” (Ende, 2022, p. 20).

Abordemos ahora un detalle que pareciera una cuestión meramente estética o formal: el libro está escrito en dos tintas. En púrpura se narra lo que ocurre en el mundo real de Bastián y en verde lo que sucede en el mundo imaginario de Fantasia. No se trata de una oposición radical entre realidad y ficción pues, en sentido estricto, los dos mundos están contenidos en el libro físico (o electrónico) que pertenece a nuestro mundo. Por muy heterogéneos que parezcan, ambos mundos tienen la misma densidad ontológica y conviven en “el no-lugar del lenguaje” (Foucault, 1968, p. 2).

Desde el inicio, Ende (2022) hace guiños al lector, pues su personaje entrevé esa aparente dualidad: “al hojearlo por encima, vio que el texto estaba impreso en dos colores” (p. 13). Y, por eso, tiene la facultad de entrar y salir del libro o, más bien, de desplazarse en todas sus dimensiones. Pero, al parecer, Bastián no tiene acceso a la parte púrpura, es decir, a los pasajes que describen lo que él vive mientras nosotros leemos. Es a ti, lector, a quien se invita a sumergirse en el libro.

En esta entrega no abordamos todas las cuestiones filosóficas que se tocan en el Prólogo de La historia interminable. Ya habrá ocasión para hablar de ellas. Pero queda claro que se trata de un libro que da qué pensar, es quizá un libro peligroso, “¡el libro de todos los libros!” (Ende, 2022, p. 13), ¡un libro que no acaba nunca! La aventura de la recursividad.

Referencias.
Ende, Michael (2022). La historia interminable. Alfaguara.
Foucault, Michel (1968). Las palabras y las cosas. Siglo XXI.

  1. Uróboro, anónimo medieval, recuperado de
    https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2856329

2. Manos dibujando, M. C. Escher, recuperado de https://www.flickr.com/photos/alvy/167726587

3. Portada de Die Unendliche Geschichte Recuperado de https://www.pasajeslibros.com/libros/die-unendliche-geschichte/9783522202602/

4. Letra inicial de capítulo y texto a dos tintas de Die Unendliche Geschichte
Recuperado de https://geekifyinc.com/product/leder-gebundenes-die-unendliche-geschichte-buch-replica-leatherbound-prop-replica-inspiriert-von-die-unendliche-geschichte/

Crédito de imagen principal de la entrada: «Die unendliche Geschichte» ilustración realizada para esta columna por Tomás Hernández Valadez, mejor conocido como Yami, vive en la CDMX, es licenciado en Comunicación social con especialidad en Comunicación gráfica. Es ilustrador, fotógrafo y técnico en informática. También estudió actuación y artes plásticas. Se ha desempeñado como profesor y tallerista. Tiene su propia empresa de diseño, y registro fotográfico y fílmico (Y&M). Ha organizado foros universitarios en torno a la protección del medio ambiente, la promoción de energías sustentables y la defensa de los pueblos originarios. Trabaja en la casa productora Cinemarts como diseñador gráfico.

LA PALABRA DE LOS ABUELOS: «La palabra de Kin Tsekan Tiyat, Nuestra Madre Tierra».


Roberto Carlos Garnica


La escritura es mágica y en este preciso instante puedes “oírme” gracias a su poder, pero nunca hay que dejar de abrevar de la ancestral sabiduría oral.
En Papantla, cuna de la hermana vainilla, viven muchos abuelos que desean compartir sus historias. Aquí recupero algunas de esas narraciones y las reelaboro de manera literaria.
En esta ocasión te presentamos un discurso exhortativo, inspirado en la sabiduría totonaca, escrito por Romualdo García de Luna y Roberto Carlos Garnica.

La palabra de Kin Tsekan Tiyat, Nuestra Madre Tierra.

Aún no clareaba cuando Sen (Lluvia) y Jun (Colibrí) se levantaron de la cama. Los despertó un fuerte olor a petróleo. Se sentían mareados. El hedor les provocó náuseas y dolor de cabeza. Cuando salieron del jacal vieron a la Abuela, con su bastón de mando, oteando alrededor.

Lo que vieron Sen y Jun les reventó el corazón: el río, que corría a pocos metros de su hogar, estaba completamente negro, un manto viscoso lo sofocaba. Les impresionó todavía más el semblante de la Abuela: Kiwichat estaba triste y el cielo lloraba lágrimas de sangre. Tambaleando se acercaron a la orilla de Kasltuchoko (el río) y lo que vieron fue aún más desolador: peces muertos flotaban panza arriba.

—¡Abuelita!, ¡las ranas, las tortugas, los lagartos están manchados de negro, están marcados de muerte! —exclamó Sen.

—Hijo, tengo sed, dame un poco de agua del pozo —pidió Kiwichat con un hilo de voz.

Jun se acercó al brocal y al sacar el cubo palideció.

—Abuelita, el agua está negra —sentenció el niño.

Sen empezó a llorar sin consuelo, jamás había experimentado tanto dolor.

Jun oprimió los puños, jamás había albergado tanto coraje.

—¡¿Quién hizo esto?! —gritó.

Kiwichat colocó las manos sobre los hombros de los niños y les dijo:

—Sentémonos aquí, en el suelo. Nietecitos, es momento de transmitirles el consejo de Kin Tsekan Tiyat, Nuestra Madre Tierra.

Y fue así como, en medio de la desolación, Kiwichat declaró:

Esta es la palabra de la Madre Tierra.

Hija mía, hijo mío, detente un momento, ¿hacia dónde vas? ¿Por qué corres? ¿No será que te tropiezas? ¿No será que te olvidas de mí?

Mi niña, mi niño, ¿por qué me das la espalda y huyes?, ¿por qué me haces y te haces daño?, ¿por qué persigues la muerte?

Abre los ojos, levanta el corazón, escucha.

Yo abrazo a todos los seres con amor cósmico, mi sangre y mi carne los alimenta, a todos cuido, a todos hago lugar en mi regazo.

Eres precioso, eres valioso, pero no tengo preferencias, todos son mis hijos por igual: el hongo de chaca, la limonaria, la flor de izote, la ceiba, la acamaya, el barragán, la nauyaca, el chénchere, el tlacuache. Pero a ti te di algo más: la esencia de tu sentir, la esencia de tu vida. Tienes consciencia y, por eso, tu responsabilidad es mayor.

Todos los seres cumplen su misión, todos los seres ocupan su lugar, ¿por qué quieres tú romper el orden?, ¿por qué te tuerces?

Mírame y dime, ¿me estás respondiendo como debe ser? ¿Estás cuidando mis plantas? ¿Estás cuidando mis animalitos? ¿Estás cuidando mis pececitos? ¿Te estás cuidando a ti?

Aún tengo la esperanza de que me protejas, protejas a tus hermanos y te protejas a ti mismo.

Te voy a regalar una palabra dura: me complace que me ayudes, pero no te necesito. La Vida se mantiene a sí misma y puede continuar sin ti. Si te pido que respetes la ley y preserves la naturaleza es por tu bien. Si te empeñas en destruir, hoy o mañana tendré que restablecer el orden.

No es una amenaza. Solo quiero que comprendas que el equilibrio debe mantenerse. El ecocidio es un suicidio.

Te encargo que tus pies desnudos toquen la tierra, que inhales el misterio de la vainilla, que abraces con fuerza a tu abuela Puksnánkiwi (cedro), que atiendas el rezo matinal de la chachalaca, que muerdas el cacao recién molido, que descubras los mil verdes de la hoja del plátano.

Reconoce que en cada rostro estoy yo.

Quiero que crezcas de nuevo y recuerdes que el aire le habla a tu piel, que el café le canta a tu lengua, que la música de Patokgtokg (la primavera) alimenta tus ojos, que los colores del papán real acarician tus oídos, que el río llena de sabor tu nariz. Despierta tu espiritualidad, aprende de la milpa, la naturaleza te habla de mil formas.

Recupera la sabiduría de tus ancestros y comprende que no soy un objeto que se pueda vender. Mi pequeña, mi pequeño, eres parte de mí.

No me mancilles más. El daño está hecho (y no me refiero sólo a lo que hiciste ayer, sino al golpear continuo de más de quinientos años), pero todavía hay esperanza. Es importante que comprendas que la acción debe ser comunitaria y que debes resguardar la semilla.

Hija mía, hijo mío, recupera el equilibrio para que puedas vivir muchas eras más.

Después de este discurso los abrazó un largo silencio. Ahora Sen y Jun, recostados, reposaban su cabeza en el regazo de Kiwichat. Sus ojos miraban negrura y muerte, pero su corazón gestaba otra cosa.

Como en un sueño, se acercó Kiwíkgolo, el Abuelo. Cargaba un venado moribundo, lo depositó con delicadeza en la tierra y preguntó:

—Y ustedes, ¿qué van a hacer?

Roberto Garnica personificando a Kiwikgolo para el Festival Xanath 2023, frente al mural «Costumbres totonacas» del pintor Teodoro Cano, en el Museo Teodoro Cano, en Papantla de Olarte, Veracruz. Foto tomada por Ana Patricia García.
“La palabra de los abuelos” es una columna mensual con la misión de recuperar y difundir mitos de la tradición oral totonaca en la región de Veracruz adaptados por Roberto Garnica  quien se ha desarrollado principalmente en el ámbito académico como filósofo, antropólogo e historiador, ha publicado también en libros y revistas nacionales e internacionales.

Agradecimientos especiales a Ana Patricia García por las fotografías que aparecen en esta entrada.

Al encuentro del Tecuán: sobre la pintura de Enrique García Bruno

Por Pedro Sacristán
Artista Plástico


Las imágenes que se muestran en esta entrada no son aptas para personas sensibles ni menores de 18 años.

El oficio del pintor consiste en transformar el lienzo plano en profundidad, la mancha en luz y el color en carnación, volumen y penumbra. Aquél que lleva esta labor un poco más lejos es quién, además de artífice, ejerce la alquimia al confeccionar sus propias pinturas con toda suerte de pigmentos, aglutinantes y moleta para pulverizar colores pacientemente.


Temple semigraso – Enrique García Bruno


Para quien ha hallado la dicha en la soledad de su oficio y ha domado la locura hasta capturarla en un cuadro, le es dado realizar pinturas que van más allá de lo que ofrecen aquellas obras inofensivas, amables a la vista y que se limitan únicamente a decorar espacios. La pintura, casi convertida en espejismo, en herida abierta y poema, así es como irrumpe el Tecuán en la mirada, con el ímpetu contrario a la atmósfera de calma decadente que caracteriza a las pinturas del género de las Vanitas.


Los Borrachos – Óleo sobre tela – Enrique García Bruno 2024.

Teyollocualóyan propiamente significa: el lugar donde devoran los corazones, esta obra pintada al temple y óleo conduce al espectador hacia un espacio atemporal, una especie de limbo donde la vida termina, las opciones se acaban y el último aliento solo basta para ser devorado.


Tregua – Dibujo a tinta – Enrique García Bruno 2020.

Tecuani es el jaguar, el que come gente, imagen de la muerte que se presenta al final del tiempo, poderoso y terrible como el Saturno de Goya suspendido en la negrura con el cuerpo roto de uno de sus hijos. La transfiguración entre el jaguar y la muerte ocurre bajo una iluminación tenebrista donde se distingue un cuerpo esquelético a través de las transparencias de la piel, la máscara del Tecuán desciende para dejar al descubierto la mirada penetrante del devorador de corazones que se yergue en la oscuridad mostrando garras y dientes en actitud amenazante, es imposible distinguir si se trata de un animal, una persona o una especie de nahual maligno posado sobre una pila de corazones partidos, una red de rojas pinceladas sugieren la sinapsis que conecta cerebro, corazón y estómago, solamente interrumpida por las zarpas del Tecuán cuya triple mirada persigue al observador.


Autorretrato (detalle) – Óleo sobre tela – Enrique García Bruno 2021.

«Teyollocualóyan (El Encuentro)» ilustra la portada del número más reciente de Fanzine Delfos, fue realizado en 2023 aproximadamente en mes y medio, sin bocetos ni trazo preliminar, revelándose a su autor a medida que lo iba pintando. Ésta imagen del momento final surge de los pinceles de Enrique García Bruno quien toma la máscara de la danza de los  Tecuanes de Puebla como fuente de inspiración y durante largas sesiones nocturnas, en compañía de los diablos que habitan su taller, mezcló temple semigraso, brujerías y fondos de aceite negro cocido con litargirio en varias capas para obtener una profunda atmósfera de pintura abierta, sombras en transparencia e impasto con blanco de plomo en las zonas más iluminadas.


In necuepaliztli in nantlalli (Retorno a la madre tierra) – Óleo sobre tela – Enrique García Bruno 2018.

Elementos  esenciales de su proceso son la disciplina, la vocación, la pasión y en definitiva la obsesión. La muerte está presente de manera constante en su obra junto al erotismo que, como pulsión de vida, ejerce un contrapeso ante el miedo y la desesperación. Teyollocualóyan oscila entre varios estilos que van desde el realismo imaginario, el arte visionario, dark art e incluso dark visionary; esta obra induce al espectador a un estado de vigilia como probablemente lo hizo aquel retrato terrible que Óscar Wilde pintó con la palabra.


Enrique García Bruno en el Foro Cultural Goya.

Enrique García Bruno es un artista versátil que ha incursionado en la aerografía, el tatuaje, la talla de ámbar y ónix, escultura e incluso taxidermia. Se presenta a sí mismo inmerso en un mundo de oscuridad, asumiendo el dolor de la muerte con la misma disposición que el placer, ejemplo de ello es su impactante autorretrato con el cráneo empalado en el tzompantli, en avanzado estado de descomposición y a medio comer por los gusanos, acompañado de una máscara cráneo de un sacrificado con cuchillos de obsidiana en nariz y boca; también se ha retratado en dibujos a tinta donde con cruel ironía se muestra con el rostro atravesado por dagas o cuervos sacándole los ojos que, de alguna manera recuerdan a los geniales autorretratos de Julio Ruelas quien solía representar su propia muerte como si se tratase de una broma del destino.


Cara de Niño (Holy Child) – Temple semigraso y óleo sobre tela – Enrique García Bruno 2021.


En la pintura de Enrique García Bruno se distingue una pasión por los temas mexicanos, los mitos prehispánicos, el día de muertos, el paisaje y el bodegón como un pequeño descanso cotidiano del dolor de la vida. El humor y la crítica a la sociedad también son algunos de los elementos que componen el cuerpo de sus obras, así como el desafío constante de hallar la belleza en lo grotesco y el placer en el dolor, ejemplos de esto son las pinturas «Cara de Niño (Holy Child)» e «Imagine» que fueron exhibidas junto con «Los Borrachos» en el evento de presentación del cuarto número de Fanzine Delfos en el Foro Cultural Goya el 30 de agosto, en una pequeña pero nutrida exposición en compañía de las pinturas de Gabriel García Morales y Mario Sánchez Martínez.


«Teyollocualóyan (El Encuentro)» formó parte de la exposición Felinos de México en la Sala de Exposiciones Alas de Libertad de la FES Cuautitlán durante el mes de agosto.

Instagram: www.instagram.com/enriquegarciabruno

Email: ap.enriquegb@gmail.com

Literomancia: el porqué del fanzine Delfos

Autor: Miguel Almanza


¿Por qué estoy haciendo el fanzine Delfos?

En primer lugar, a nivel personal cumple una necesidad artística y espiritual. Soy fanático de la fantasía y la ciencia-ficción, me fascinan las criaturas extrañas y los monstruos desde que era niño. También tengo cierta afición a coleccionar. Y creo que estos dos aspectos se combinan muy bien en editar cuentos e ilustraciones. También pienso que los escritores somos reorganizadores de conceptos, así como los editores, que en otra escala reordenan las ideas al determinar la presentación de una publicación. Y eso me gusta mucho, crear secuencias. Por otro lado, hacer un fanzine es el pretexto perfecto para que te conozcan y conocer gente en un tema especializado, es una forma de explorar el mundo.

Con el fanzine Delfos también quiero demostrar que mi selección y curaduría tienen sentido, busco que el lector no pueda soltar el fanzine desde el inicio, que no pueda resistirse a la tentación de hojearlo. Quiero dar muestra memorable de mi trabajo como editor y tallerista. Además nací en los ochentas y me atrae la tecnología, por lo que creo ser algo cyberpunk, y después de todo, ¿qué más cyberpunk que hacer un fanzine electrónico? Es ciencia-ficción hecha realidad.

¿Quién paga el costo del fanzine Delfos?

El costo monetario del fanzine es bajo, puesto que se trata de una publicación electrónica en PDF. El costo del dominio y el hosting del portal lo pago de mi bolsillo porque creo que estoy sembrando milpa digital para cosechar a futuro. No podemos remunerar a los colaboradores, pero abrimos un espacio digno, además de hacer difusión cultural; es un trueque colaborativo para tratar de dar a conocer nuestro trabajo. Es por ello que pienso, si te vas a dar a conocer, que sea con tu mejor trabajo posible. Y sí, requirió una inversión inicial, a veces he gastado en balde y sin planeación adecuada. Casi todos mis recursos iniciales se esfumaron en el primer año.

Aún así el costo de realización del fanzine es principalmente en tiempo y trabajo, del cual ejerzo buena parte. Claro que me ayudan otras personas, el medio electrónico nos brinda grandes ventajas, la colaboración se hace a distancia y cada quién en su momento. El mayor esfuerzo ha sido al principio para el desarrollo del concepto y después en el diseño, como quitar monte y arar la tierra. Ya después hacemos convocatoria y difusión por redes sociales (sembramos). Y de ese modo llegan, en cinco o seis meses, alrededor de cincuenta cuentos y una veintena de ilustraciones. Suficiente material para poder trabajar en una edición, que en cada convocatoria, ha ido creciendo en cantidad de participantes y calidad de obras. Así cosechamos dos fanzines al año.

¿Cómo hacemos el fanzine electrónico Delfos?

Al principio hubo tropiezos, como en todas las cosas, pero ya después, al momento de poner manos a la obra, fuimos cuatro creando el fanzine Delfos: Mayra, Yolanda, Marisela y yo. Con Yolanda, consultaba mis dudas de diseño; ella me daba recomendaciones y me corregía en este aspecto. Mientras que con Mayra me he apoyado en corregir los textos y consultar mis dudas editoriales. Creo que una revista se sostiene por dos grandes columnas: calidad de texto y calidad visual. Ambos aspectos son difíciles. Así que me he apoyado en ambas, a quienes les agradezco profundamente. La tercera persona que me ha ayudado es mi madre, Marisela Hernández, quien me ha aportado la logística y gastos: la computadora y sus periféricos, los servicios y el espacio físico. Es por eso que tiene el crédito de productora ejecutiva. La selección de cuentos y corrección la realizo yo principalmente, aunque también Mayra me apoya. En caso de empate técnico en la selección de cuentos, consulto al consejo editorial. Para seleccionar las ilustraciones votamos los miembros del consejo editorial del fanzine.

Para el fanzine Delfos 2, Yolanda se comprometió más con el proyecto y elevó el nivel de diseño, rediseñando el logotipo, pues ahora está mejor acoplado al concepto editorial. A partir del fanzine Delfos 4, la publicación ha crecido con la colaboración del artista plástico Pedro Sacristán como director de arte. Pedro nos propone artistas a invitar; de los cuales escogemos las tres posiciones más importantes de la revista: portada, páginas centrales y contraportada. Así agregamos las secciones de artistas invitados. La portada tiene una sola condición: debe rememorar o albergar características de lo mexicano y lo fantástico.

En cuanto a los programas, utilizamos software de código abierto, sin costo. Utilizo modeladores algorítmicos para “crear imágenes” que acompañan a los cuentos. También hago filtro de inteligencia artificial en los textos para verificar si fueron escritos por humanos.

Distribuimos el fanzine con la licencia Creative Commons, porque creemos en la libre difusión de la tecnología, la cultura y el arte. Y claro está, no contamos con grandes recursos, más allá de nuestra creatividad e imaginación. Además me gusta mucho el lema: “Hazlo tú mismo”.

Esta última frase también me motivó a crear esta publicación, pensé: ¿por qué no lo hago yo? Creo que a veces muchos esperamos “ser descubiertos”; ahora pienso que es mejor el autodescubrimiento, es decir, hacerlo yo mismo. Así me autodescubro ante ustedes con este trabajo, proponiéndome como escritor, editor y promotor cultural. Y les invito a lo mismo, autodescubrirse en este colectivo Delfos. Muchas gracias a todas las personas que han hecho realidad este sueño eléctrico.