Autor: Miguel Almanza
¿Por qué estoy haciendo el fanzine Delfos?
En primer lugar, a nivel personal cumple una necesidad artística y espiritual. Soy fanático de la fantasía y la ciencia-ficción, me fascinan las criaturas extrañas y los monstruos desde que era niño. También tengo cierta afición a coleccionar. Y creo que estos dos aspectos se combinan muy bien en editar cuentos e ilustraciones. También pienso que los escritores somos reorganizadores de conceptos, así como los editores, que en otra escala reordenan las ideas al determinar la presentación de una publicación. Y eso me gusta mucho, crear secuencias. Por otro lado, hacer un fanzine es el pretexto perfecto para que te conozcan y conocer gente en un tema especializado, es una forma de explorar el mundo.
Con el fanzine Delfos también quiero demostrar que mi selección y curaduría tienen sentido, busco que el lector no pueda soltar el fanzine desde el inicio, que no pueda resistirse a la tentación de hojearlo. Quiero dar muestra memorable de mi trabajo como editor y tallerista. Además nací en los ochentas y me atrae la tecnología, por lo que creo ser algo cyberpunk, y después de todo, ¿qué más cyberpunk que hacer un fanzine electrónico? Es ciencia-ficción hecha realidad.
¿Quién paga el costo del fanzine Delfos?
El costo monetario del fanzine es bajo, puesto que se trata de una publicación electrónica en PDF. El costo del dominio y el hosting del portal lo pago de mi bolsillo porque creo que estoy sembrando milpa digital para cosechar a futuro. No podemos remunerar a los colaboradores, pero abrimos un espacio digno, además de hacer difusión cultural; es un trueque colaborativo para tratar de dar a conocer nuestro trabajo. Es por ello que pienso, si te vas a dar a conocer, que sea con tu mejor trabajo posible. Y sí, requirió una inversión inicial, a veces he gastado en balde y sin planeación adecuada. Casi todos mis recursos iniciales se esfumaron en el primer año.
Aún así el costo de realización del fanzine es principalmente en tiempo y trabajo, del cual ejerzo buena parte. Claro que me ayudan otras personas, el medio electrónico nos brinda grandes ventajas, la colaboración se hace a distancia y cada quién en su momento. El mayor esfuerzo ha sido al principio para el desarrollo del concepto y después en el diseño, como quitar monte y arar la tierra. Ya después hacemos convocatoria y difusión por redes sociales (sembramos). Y de ese modo llegan, en cinco o seis meses, alrededor de cincuenta cuentos y una veintena de ilustraciones. Suficiente material para poder trabajar en una edición, que en cada convocatoria, ha ido creciendo en cantidad de participantes y calidad de obras. Así cosechamos dos fanzines al año.
¿Cómo hacemos el fanzine electrónico Delfos?
Al principio hubo tropiezos, como en todas las cosas, pero ya después, al momento de poner manos a la obra, fuimos cuatro creando el fanzine Delfos: Mayra, Yolanda, Marisela y yo. Con Yolanda, consultaba mis dudas de diseño; ella me daba recomendaciones y me corregía en este aspecto. Mientras que con Mayra me he apoyado en corregir los textos y consultar mis dudas editoriales. Creo que una revista se sostiene por dos grandes columnas: calidad de texto y calidad visual. Ambos aspectos son difíciles. Así que me he apoyado en ambas, a quienes les agradezco profundamente. La tercera persona que me ha ayudado es mi madre, Marisela Hernández, quien me ha aportado la logística y gastos: la computadora y sus periféricos, los servicios y el espacio físico. Es por eso que tiene el crédito de productora ejecutiva. La selección de cuentos y corrección la realizo yo principalmente, aunque también Mayra me apoya. En caso de empate técnico en la selección de cuentos, consulto al consejo editorial. Para seleccionar las ilustraciones votamos los miembros del consejo editorial del fanzine.
Para el fanzine Delfos 2, Yolanda se comprometió más con el proyecto y elevó el nivel de diseño, rediseñando el logotipo, pues ahora está mejor acoplado al concepto editorial. A partir del fanzine Delfos 4, la publicación ha crecido con la colaboración del artista plástico Pedro Sacristán como director de arte. Pedro nos propone artistas a invitar; de los cuales escogemos las tres posiciones más importantes de la revista: portada, páginas centrales y contraportada. Así agregamos las secciones de artistas invitados. La portada tiene una sola condición: debe rememorar o albergar características de lo mexicano y lo fantástico.
En cuanto a los programas, utilizamos software de código abierto, sin costo. Utilizo modeladores algorítmicos para “crear imágenes” que acompañan a los cuentos. También hago filtro de inteligencia artificial en los textos para verificar si fueron escritos por humanos.
Distribuimos el fanzine con la licencia Creative Commons, porque creemos en la libre difusión de la tecnología, la cultura y el arte. Y claro está, no contamos con grandes recursos, más allá de nuestra creatividad e imaginación. Además me gusta mucho el lema: “Hazlo tú mismo”.
Esta última frase también me motivó a crear esta publicación, pensé: ¿por qué no lo hago yo? Creo que a veces muchos esperamos “ser descubiertos”; ahora pienso que es mejor el autodescubrimiento, es decir, hacerlo yo mismo. Así me autodescubro ante ustedes con este trabajo, proponiéndome como escritor, editor y promotor cultural. Y les invito a lo mismo, autodescubrirse en este colectivo Delfos. Muchas gracias a todas las personas que han hecho realidad este sueño eléctrico.