Prólogo (al fanzine Delfos 4)

Autor: Miguel Almanza


La forma nos permite acceder a conceptos, nos facilita entender la intención del mensaje, su naturaleza. La forma, es el medio, un vehículo que afecta cómo percibimos. El fanzine se refiere a una forma de expresión rebelde y parte de su protesta radica en su esencia “sin ánimos de lucro” que le permite ser libre. No está condicionado a patrocinadores o clientes que impongan —bajo amenaza de revocar sus apoyos económicos—, lineamientos que no sean aquellos que el fanzine se propone, acordes a sus ideales y línea editorial.

El trabajo no lucrativo en un sistema económico capitalista, molesta; es una subversión que permite ver qué hay más allá del trabajo lucrativo. Y no es que sea ilegítimo lucrar, pero a veces el contraste puede evidenciar el abuso de la forma para ver qué hay en el fondo. El fanzine se debe a sí mismo, surge como parte de una necesidad espiritual —sea ideológica, política o artística—, permite la expresión desde un espacio inusitado. Es esta expresión libre la que lleva al arte a ser subversivo: la propuesta, no sólo el deleite de la estética o lo bello; sino una voz que clama: ¡no, no es suficiente!

El cuento y la ilustración son formas del arte que nos permiten escapar a la terrible cordura de la realidad, o tal vez, ampliar nuestra comprensión de ella. En esta edición, una vez más tenemos el placer de compartirles estas visiones: monstruos grotescos de nuestra sociedad, actualizaciones a las ruinas del sistema del mundo, futuros fantásticos y horrorosos; aventuras que abruman la mente y revelan el espanto de la verdad.